viernes 18 de abril de 2025 - Edición Nº64

El Bardo de Siempre | 13 abr 2025

DIOS NOS SALVE

Las actas públicas que Herrero no quería que Bariloche lea

Con el voto y la firma del Secretario de Turismo, se conocieron las actas públicas que confirman lo que Bache3000 dijo desde un primer momento, y que provocaron la ira y denuncias estrafalarias de Sergio Herrero, el secretario de turismo municipal. La deuda existía. Fue tema de debate del directorio. Y se habló que ello podía implicar un perjuicio económico contra el municipio.


Por: Bache3000

Ocurre que a veces alguien dice "esto no pasó" y uno busca, pregunta, investiga. Ocurre que a veces la realidad es más persistente que la negación. Ocurre, también, que a veces un acta municipal —esas páginas que nadie lee— terminan siendo el escenario de un drama cívico. Ocurre, finalmente, que Sergio Herrero, actual Secretario de Turismo de Bariloche, quiso enterrar lo evidente.

Vayamos al principio: 1° de abril de 2025, una reunión como tantas otras del Directorio de Emprotur Bariloche. Presentes: Sergio Herrero, El Director Ejecutivo, Diego Piquin, y Director uno, Director dos, Director 3, Facundo Villalba, Juan Pablo Ferrari y Director 4. Algunos por Zoom, otros en persona. Nadie imaginaba que lo dicho allí provocaría una tormenta política.

La reunión avanza entre temas hasta llegar al punto 3: "Deuda Sentidos". Aquí es donde la gravedad de lo ocurrido se revela con nitidez en el acta:

— "El Sr. Piquin comenta que existe una deuda con la agencia Sentidos de $ 27.000.000 por 2 meses de honorarios, y $ 160.000.000 en pauta publicitaria que ya fue ejecutada y certificada", indica el documento oficial.

Lo que sigue es aún más revelador:

"Explica que se cuenta con los fondos pero el Sr. Presidente indicó que debía consultar el tema de los pagos a Sentidos con el Sr. Intendente, y por lo tanto no firma las órdenes de pago."

Una deuda millonaria. Un servicio ya prestado. Fondos disponibles. Y sin embargo, una negativa a pagar sin explicación alguna. Y peor: ¿por qué se tenía que hablar con el intendente si el EMPROTUR es un ente autárquico?

— "Sr. Villalba solicita saber cuál es el motivo para negar el pago", consigna el acta.

— "Sr. Piquin dice que no hay un motivo específico."

Sin razones. Sin justificación. Solo un capricho administrativo que podría costarle caro a los barilochenses.

El Sr. Director 3 no tuvo dudas: "Si hay una contratación aprobada por el Directorio y no hay justificación para no realizar el pago, el responsable de que se haga el mismo es el Sr. Piquin", sostuvo durante la reunión.

La advertencia de la asesora letrada, según consta en actas, fue categórica: recomendó "abonar lo adeudado para no tener consecuencias legales". El municipio estaba en riesgo de enfrentar un juicio. Los intereses por mora comenzaban a acumularse. El daño económico al erario público se hacía cada día más grande.

Pero el punto más absurdo llegaría después.

EL ENCUBRIMIENTO

Lo que sucedió tras aquella reunión revela la verdadera dimensión del escándalo. Según fuentes confiables, Herrero habría solicitado a la agencia Sentidos que negara la existencia de la deuda mediante una nota formal. La nota efectivamente llega. El pago se produce después. Pero las actas públicas desmienten todo. La deuda fue tema de debate. La deuda existía. Herrero estalló porque se vio expuesto.

Un intento desesperado por borrar lo inevitable: la verdad documentada en un acta pública.

La historia dio un giro inesperado cuando Herrero denunció al concejal Facundo Villalba, acusándolo de revelar información supuestamente confidencial de la reunión. La ironía: aquello que Herrero calificaba como "privado" era en realidad información pública contenida en un acta oficial del municipio. Herrero, el mismo que pedia transparencia a los empresarios.

El golpe definitivo llegó cuando Juan Pablo Ferrari, otro asistente a aquella reunión, confirmó en una comisión del Concejo Municipal —transmitida en vivo para toda la ciudad— exactamente los mismos hechos que este medio había relatado y que habían provocado la furia de Herrero. Si esa información era privada, como señalaba Herrero, deberia haber denunciado también a Ferrari. 

LAS PALABRAS TEXTUALES

"No tiene motivo específico", expresó Piquin cuando le preguntaron por qué no se pagaba una deuda legítima.

"Se está destruyendo una reputación en cuanto a la forma de pago, y eso hace que se pierdan beneficios en licitaciones o presupuestos", advirtió Director dos durante la reunión, preocupado por el daño a la imagen institucional.

"El Ente podría tener un posible juicio por no pagar", señaló Villalba, anticipando lo obvio.

"La asesora letrada sugiere abonar lo adeudado para no tener consecuencias legales", informó Piquin, transmitiendo la recomendación profesional que Herrero decidió ignorar.

LO QUE EL ACTA REVELA

Las actas, ahora públicas, no solo confirman nuestra información previa sino que dejan en evidencia por qué Herrero intentó que no se difundieran: muestran una deuda millonaria que debía pagarse por contrato, y que él se negaba a cancelar sin motivo aparente.

Y aquí el detalle más revelador de todos: estas actas llevan la firma y aprobación del propio Sergio Herrero. El mismo funcionario que luego denunció la divulgación de su contenido aprobó y firmó el documento que registra palabra por palabra lo que ahora niega. Una contradicción tan flagrante que resulta casi inverosímil.

El documento expone cómo Herrero desconocía —o peor aún, ignoraba deliberadamente— la normativa vigente: la mora en los pagos genera intereses y posibles acciones legales contra el municipio, constituyendo un potencial perjuicio económico para todos los ciudadanos.

EL DESENLACE

Al final, Herrero quedó atrapado en su propia red de contradicciones. La deuda existía. La reunión ocurrió tal como reportamos. Las actas lo confirman palabra por palabra. Y su firma al pie de esas mismas actas es la confesión definitiva de quien luego intentó negar lo evidente.

Un funcionario que retiene pagos sin justificación. Un intento de encubrimiento. Una denuncia infundada contra quien simplemente estaba preocupado por el daño al municipio. Y finalmente, la confirmación definitiva de los hechos por otro participante de la reunión ante toda la ciudad.

La transparencia, esa palabra que tanto se pregona en campaña, resultó ser el mayor temor de Herrero. Porque cuando los actos de gobierno se exponen a la luz pública, no hay denuncia ni negativa que pueda oscurecer lo evidente.

Bariloche merece funcionarios que entiendan que la información es pública. Que las decisiones sobre el dinero de todos deben ser transparentes. Que las actas no son papeles para archivar, sino documentos vivos que dan testimonio de cómo se administra lo común.

La verdad, como siempre, encontró su camino.

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