sábado 19 de abril de 2025 - Edición Nº65

Yo no lo voté | 18 abr 2025

CHUPETE DE PLOMO

Herrero quiso censurar y terminó expuesto: crónica de un tiro por la culata

Bariloche. 187 millones de pesos. Una deuda. Un secretario de turismo indignado. Un concejal señalado. Un debate que desnuda la maquinaria municipal.


Por: Bache3000

Acá la cosa siempre empieza por la plata. Este medio publicó que el ente de turismo acumulaba deuda. Muchos millones. Con un proveedor. Sin razón aparente. Y alguien se enojó.

Sergio Herrero —secretario de turismo y presidente del EMPROTUR— no quiso ser noticia. Detesta ciertas transparencias. El hombre firma una carta. Pide: que saquen al concejal Villalba. Lo acusa: hizo filtrar información sensible. La asesora del concejal filtró, dice él.

La asesora acusada responde —una carta leída por el presidente del concejo. Señala que Herrero citó mal: invocó una ordenanza "de venta de combustible a motos y bicicletas". Cita normativas sobre transparencia. Exhibe artículos nacionales, provinciales, municipales. La asesora no filtra, publica.

Así es Bariloche: la política en caja chica pero con paisaje grande.

El presidente del concejo sigue leyendo. Ahora es la carta de la empresa acreedora. Nada grave, dice la firma. Deuda en situación normal. Pero Villalba tiene algo más. Lee actas oficiales del EMPROTUR. Allí está todo: la deuda existió, el debate existió. La empresa cambió su versión para después de cobrar. Obvio: cobró cuando la noticia salió. El secretario queda expuesto.

"Lo que tengo que hablar con el intendente", había dicho Herrero según las actas. Seis palabras que dicen más sobre el poder que muchos tratados.

Ferreyra —concejal— habla: la nota de Herrero está mal firmada. La firmó como secretario, no como presidente del ente. Un pedido así debería venir del directorio, no de uno solo. Y aclara: la denuncia ya está en el Tribunal de Cuentas, que es donde debe estar.

Pero es Costa Brutten quien destapa la olla. "Es increíble que este concejo deliberante termine discutiendo cosas de un ente que es autárquico". Lo dice y sigue: "Plantear la remoción de un concejal a pedido de un secretario que está puesto por el intendente es una situación que no tiene correlación". Costa Brutten pide rechazar la nota. Parece tener claro quién es quién en este juego.

Wallace —otra concejal opositora— profundiza la herida: "Me parece que hay un error por parte del secretario de turismo, que está asesorado por la letrada del municipio. No entienden el funcionamiento del Estado". Y dispara: las actas del EMPROTUR son públicas, no hay filtración posible, así funciona el Estado democrático. "¿De dónde saca el secretario de turismo que es información interna y sensible?". Nadie responde. Wallace insiste: "¿Quién se cree que es el secretario de turismo para decirnos a nosotros que saquemos a un concejal? Es inaudito". Y remata con una pregunta que flota: "¿Quién lo está asesorando a este señor? ¿Mike Dominguez?".

Del Río intenta defender: la nota del medio tenía datos inexactos, dice. Pero aclara: no está contra la información pública. Solo contra ciertos usos. Tampoco dice qué tenía de inexacto. 

Ferrari —que también integra el EMPROTUR— confirma lo obvio: sí, la deuda existió; sí, el debate existió. "Yo me opuse a sacar ese pago porque era exponer al personal de planta". Y agrega que "no se está cuidando el ente". Estas peleas constantes con el secretario no son sanas, dice. Nadie lo contradice.

Villalba no perdona. "El intendente estuvo todo el año pasado diciendo que no se sabe qué se hacía con los fondos del EMPROTUR, y ahora que un medio informa qué pasa con los fondos y qué hace su secretario, cambian el discurso y eso pasa a ser información sensible". Y va al hueso: "La verdad es que tienen desprecio por los medios que no les son afines y los quieren callar". Recuerda: "¿Quieren que les recuerde qué hicieron el año pasado con tres periodistas que echaron porque informaban lo que a ustedes no les gustaba?". Menciona una causa en la justicia. Menciona 150 millones en pauta para medios amigos. Y cierra con una línea feroz: "El único problema que tiene el ente es Sergio Herrero. Entiendo que el concejal Ferrari no quiera estar solo en una habitación encerrado con él tanto tiempo".

Echenique intenta equilibrar: "No me gustan las cazas de brujas, ni de un lado ni del otro". Matiza sobre las actas, sobre lo público y lo sensible. Parece buscar un punto medio que ya no existe.

Finalmente votan. La mayoría rechaza la nota de Herrero. Por improcedente. Por estar fuera de lugar. Un intento de censura que naufraga en su propia torpeza.

Son las pequeñas batallas de la democracia municipal. Son las guerras microscópicas del poder cordillerano. Son 187 millones de razones para seguir debatiendo sobre qué es público y qué privado en Bariloche.

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