

Por: Bache3000
Por fin apareció el cuarto mosquetero: el bloque Innovación Federal propuso a último momento los nombres del diputado rionegrino Agustín Domingo y la salteña Yolanda Vega para completar la comisión investigadora del caso Libra. Con este movimiento, el gobierno nacional logra lo que parecía imposible: empatar 14 a 14 y frenar así el avance de la oposición en un escándalo que salpica directamente al presidente y su "triángulo de hierro".
Pero hablemos de Domingo, ese perfecto equilibrista político. Fue titular de Rentas Provinciales durante la gestión de Alberto Weretilneck en Río Negro, después ministro de Economía, hasta que Arabela Carreras decidió apartarlo. No permaneció mucho tiempo en las sombras: pronto reapareció como representante de la provincia en el Banco Patagonia.
En 2021 buscó reinventarse como candidato a diputado nacional. Luego intentó ser intendente, pero los números no lo acompañaron. Pragmático como pocos, terminó cerrando con Arabela Carreras una lista única (bendecida por Weretilneck). La elección fue desastrosa, pero Domingo logró lo que buscaba: colocar algunas piezas en el tablero municipal. Entre ellas a Damián Vila en el Tribunal de Cuentas, quien estas semanas está envuelto en un escándalo mayúsculo por el pago de un millón de dólares con fondos públicos que el municipio aceptó poner sin juicio previo. ¿Casualidad? Vila fue apoderado de esa empresa desde el estudio AyC, que comparte con el abogado del actual intendente Mike Dominguez.
Domingo también colocó a Karina Ondarcuhu como secretaria de Economía del municipio, quien ya amenazó varias veces con renunciar. Y como si fuera poco, ahora actúa como asesor del intendente peronista Walter Cortés, que estuvo preso dos años en una cárcel federal por malversación de fondos públicos. El mismo Cortés que aprobó el pago millonario a la empresa Navtour SA por un simple "reclamo administrativo".
"Liberal en los papeles, pragmático en los negocios", me dice una fuente que conoce bien su trayectoria. Votó a favor de Ficha Limpia, pero gobierna con quienes estarían inhabilitados por esa ley. "Juntos sigue gobernando Bariloche con Cortés, nunca se fueron realmente del poder", señalan algunas voces que conocen el paño, aunque probablemente —como diría Jorge Asís— la información sea mala.
Y ahora, este hombre versátil ingresa tarde a la comisión investigadora, convertido en la pieza que podría salvar a Milei del juicio político por las estafas con la criptomoneda Libra.
La semana que viene promete ser decisiva. Francos, Caputo y Cuneo Libarona deberán presentarse en el Congreso para responder sobre el escándalo. Un día después, la comisión investigadora tendrá su primera reunión.
El nuevo mapa de la comisión muestra las fracturas de la política argentina: la UCR dividida en tres bloques, el peronismo desprendiéndose de diputadas para sumar representación, y un gobierno que convierte cada crisis en una oportunidad para las negociaciones.
"¿El espacio Innovación Federal de los gobernadores 'dialoguistas' y UCR se prestan al bloqueo?", se preguntan en los pasillos del Congreso. Algunos cercanos al oficialismo creen que bloquear la investigación podría ser contraproducente: "Se vuelven a juntar en una sesión y te votan una comisión peor".
En la UCR, mientras tanto, la interna está al rojo vivo. "Es poco serio que nos pongan en la cuenta con el oficialismo, vamos a jugar para que haya una investigación seria", sostiene una diputada radical. Pero desde el sector de Manes desconfían: "Están negociando cargos".
La investigación de Libra tendrá 90 días para presentar su informe, un plazo que coincidirá con múltiples elecciones provinciales. Un escenario perfecto para la rosca política, donde diputados como Domingo seguirán siendo la bisagra que decide qué puertas se abren y cuáles permanecen cerradas.