Por: Bache3000

Versiones enfrentadas

Según la primera versión difundida, un adolescente de 16 años del Club Martín Güemes habría sido agredido por simpatizantes y familiares de Independiente, quienes lo acusaron de "intervenir con fuerza desmedida" durante una jugada que terminó con dos expulsiones.

Por su parte, el Club Independiente emitió un comunicado desmintiendo categóricamente esta versión. Aseguran que fueron sus jugadores quienes sufrieron una "emboscada" al retirarse del predio. Según su relato, dos de sus jugadores fueron atacados fuera de las instalaciones: uno habría sido golpeado "brutalmente contra un portón" con una manopla metálica y le "arrancaron un parche médico" necesario para su tratamiento de diabetes, mientras que el otro habría recibido agresiones en la cara por parte de un adulto que portaba un arma blanca.

Denuncias cruzadas

Ambos clubes habrían presentado denuncias formales. Los familiares del menor de Güemes radicaron una denuncia por lesiones, mientras que Independiente asegura haber entregado "toda la documentación médica y legal pertinente" ante las autoridades de la Liga y el Tribunal de Disciplina.

El Club Independiente calificó como "información falsa" las versiones que los acusan de agredir a un menor, solicitando a los medios "actuar con responsabilidad antes de replicar versiones infundadas".

 Una preocupante escalada de violencia en el fútbol local

Fuentes consultadas por este medio señalan que este incidente no sería un hecho aislado, sino parte de un alarmante incremento de la violencia en el fútbol barilochense. Según pudimos constatar, en los últimos meses se han registrado múltiples episodios conflictivos tanto en categorías masculinas como femeninas e incluso infantiles.

Testigos y participantes del ambiente futbolístico local describen un clima de creciente tensión que se manifiesta no solo en los encuentros de primera división, sino también en categorías menores y formativas, donde padres, dirigentes y simpatizantes han protagonizado discusiones, amenazas y hasta agresiones físicas.

Particularmente preocupante resulta la participación de adultos en confrontaciones que involucran a menores de edad, como en el caso del reciente incidente entre Güemes e Independiente, donde las versiones apuntan a responsabilidades compartidas pero con participación de mayores de edad agrediendo a adolescentes.

Por el momento, no se ha informado si los organizadores de la competencia adoptarán medidas disciplinarias. Ambas denuncias siguen su curso en el ámbito judicial y deportivo.

Las autoridades de la Liga de Fútbol de Bariloche (LIFUBA) enfrentan el desafío de tomar medidas efectivas para frenar esta escalada de violencia antes de que se produzcan incidentes de mayor gravedad, especialmente considerando que muchos de estos eventos ocurren en ámbitos donde participan niños y adolescentes.