

Por: Bache3000
En pleno feriado, camiones cargados con troncos de coihues fueron fotografiados saliendo del predio donde se construye el controversial proyecto hotelero CAUMA, según denunciaron vecinos de la zona oeste de Bariloche. Las imágenes, tomadas el 30 de abril y el 2 de mayo, muestran vehículos transportando grandes troncos sin la cobertura obligatoria que exige la normativa, transitando por un camino angosto y peligroso no habilitado para este tipo de transporte.
Los vecinos que integran la agrupación "Pro Reservas Naturales Urbanas El Trébol y Morenito-Ezquerra" aseguran que esta actividad representa un intento de "eliminación de pruebas flagrantes" del daño ambiental que está provocando la obra.
"Están sacando los troncos en días feriados para evitar controles. Es una maniobra deliberada para hacer desaparecer la evidencia del daño forestal que están causando", declaró un representante vecinal que prefirió mantener su anonimato.
Esta denuncia se suma a una larga lista de irregularidades que rodean al proyecto CAUMA, un desarrollo hotelero-gastronómico de lujo que ha sido fuertemente cuestionado desde su inicio en 2020. El 31 de marzo pasado, los vecinos expusieron ante la Comisión de Turismo y Medio Ambiente del Concejo Municipal nuevas pruebas de las irregularidades, lo que derivó en que dicha comisión solicitara al ejecutivo la paralización inmediata de las obras.
El Tribunal de Contralor (14/4) y la Defensoría del Pueblo de Bariloche (16/4) también se expidieron en el mismo sentido, señalando que podría estar "perjudicándose un bien jurídico superior que es el ambiental".
El proyecto CAUMA, ubicado en la zona del lago Moreno, contempla un hotel de cinco estrellas con una superficie construida de 6.600 metros cuadrados, en siete niveles, con dos piscinas, dos embarcaderos y un restaurante para 100 personas.
A pesar de los múltiples pedidos institucionales para detener la construcción, la obra continúa avanzando. Los vecinos señalan directamente a la secretaria de Planeamiento Territorial, Sofía Maggi, quien a pesar de haberse comprometido el 13 de marzo a suspender la obra si el Tribunal de Contralor lo requería, no ha tomado ninguna decisión al respecto.
"Su inacción y silencio resultan injustificables porque se trata de un tema de carácter ambiental que requiere decisiones rápidas", manifestaron los vecinos en su comunicado.
El 1 de abril, los vecinos denunciaron que la constructora no estaba cumpliendo con la obligación de elaborar el hormigón en el lugar, como establecía el proyecto aprobado. Aunque la Dirección de Obras Particulares intimó a los responsables, éstos reconocieron los hechos pero argumentaron que estaban usando "un hormigón más liviano", sin que esto derivara en sanciones o en la clausura de la obra.
Entre las numerosas irregularidades denunciadas, se destaca que Federico Migliora, quien realizó el informe sobre el camino de acceso en el expediente 005/2020, es apoderado de Ingo Priebke, quien figura como titular del lote y responsable del proyecto.
"Se trata de un informe supuestamente independiente que en realidad fue elaborado por un apoderado del propio titular del proyecto. Esto constituye no solo una falta ética sino una gravísima irregularidad que por sí sola invalida todo el proceso", indicaron los vecinos.
Por otra parte, los nuevos dueños del lote son Marcelo Rafael Saiegh y Gustavo Bernardo Bogomolni desde el 29 de febrero de 2024, circunstancia que no consta en el expediente, lo que constituye otra grave irregularidad que se suma a la lista.
El 28 de abril, la comisión de Turismo y Medio Ambiente del Concejo Municipal resolvió citar a la Secretaria de Planeamiento Territorial para el día 5 de mayo a las 11 horas, a fin de que dé explicaciones sobre lo ocurrido.
Los vecinos esperan que la funcionaria no solo asista a la convocatoria, sino que ordene de inmediato la suspensión de las obras y cualquier actividad relacionada con el proyecto.
Mientras tanto, el arquitecto Navarro, responsable del proyecto, admitió en declaraciones públicas que "a medida que se hacía la escritura de la parcela y la compra, nosotros íbamos ganando tiempo y presentando el proyecto ante la Municipalidad. Además, como el proyecto requería estudios de sensibilidad ambiental, no sabíamos del todo qué nos iban a permitir hacer en el lote", reconociendo implícitamente que no tenían la documentación necesaria al momento de presentar el proyecto.
Las organizaciones vecinales y ambientalistas continúan su lucha para proteger lo que consideran un área de alto valor ecológico, mientras las autoridades municipales se encuentran bajo creciente presión para tomar medidas decisivas antes de que el daño ambiental sea irreversible.