

Por: Bache3000
La gestión del intendente Walter Cortés ha estado marcada por una notable inestabilidad en la delegación del cerro. El primer delegado designado, Arnaldo Gherzoni, proveniente del sindicato de comercio , permaneció apenas un tres meses en el cargo antes de renunciar, pese a su inicial predisposición al trabajo con la comunidad, señalaron vecinos.
Posteriormente asumió Mariano Melfi, que según fuentes realizó importantes mejoras a pesar de contar con recursos limitados. Entre las dificultades que enfrentó, se destacan cambios en el personal, falta de herramientas y el traslado de la sede de la delegación, lo que provocó la pérdida de documentación importante como expedientes y planos. Melfi renunció poco antes de la temporada pasada.
A finales de 2024, los vecinos lograron reactivar la junta vecinal tras meses sin representación oficial. Sin embargo, múltiples solicitudes de reunión con el intendente, canalizadas a través de notas formales a la Intendencia y a la Dirección de Juntas Vecinales, no obtuvieron respuesta. Fuentes cercanas indican que informalmente el intendente habría manifestado: "son ricos, que se arreglen solos", desconociendo la realidad socioeconómica diversa de los habitantes permanentes del cerro.
En febrero de 2025, Melfi retornó al cargo de delegado y retomó varios proyectos: rescató un camión del corralón municipal para acondicionarlo para la recolección de residuos, organizó la limpieza de espacios públicos, implementó un sistema de avisos y multas a comerciantes que se apropiaban indebidamente de las veredas, y gestionó ante CAPSA la habilitación de un paso para vecinos en el estacionamiento pago.
Sin embargo, desde la Intendencia fueron progresivamente retirando recursos, como el camión acondicionado. El martes pasado, Melfi presentó nuevamente su renuncia, desencadenando una crisis en la delegación que podría derivar en solicitudes de traslado por parte de otros empleados.
La situación de la delegación refleja el aparente abandono institucional. Desde hace un año funciona en un pequeño contenedor que carece de servicios básicos como baño y agua corriente. Los empleados deben utilizar las instalaciones sanitarias de comercios cercanos o de CAPSA, y abastecerse de agua de una vertiente que comparten solidariamente algunos vecinos.
Esta situación se torna particularmente crítica en la actualidad, cuando la delegación debe gestionar la renovación de habilitaciones e instructores para la temporada invernal. Sin delegado ni maquinaria adecuada, los residentes temen las consecuencias ante posibles nevadas tempranas.
Algunos vecinos especulan que el abandono institucional podría responder a una estrategia deliberada para justificar la aprobación del controversial proyecto de desarrollo inmobiliario de CAPSA, que ha generado intenso debate en la comunidad local.
La falta de diálogo entre el gobierno municipal y los representantes de los vecinos del Cerro Catedral profundiza la incertidumbre sobre el futuro de esta emblemática zona turística de Bariloche, mientras la temporada invernal se aproxima con una delegación municipal acéfala y con recursos mínimos para enfrentar las necesidades de la comunidad.
Los residentes permanentes del cerro aguardan con preocupación definiciones por parte del Ejecutivo municipal, mientras los empleados de la delegación continúan trabajando en condiciones adversas para mantener los servicios básicos en la zona.