

Por: Bache3000
El poder tiene sus formas. Y sus formalismos. A veces, ambos se contradicen. Lo que se dice, lo que se hace. Lo que se publica, lo que se oculta. Bariloche, mayo de 2025.
En la montaña, las licitaciones se esfuman como la nieve en primavera. El 31 de mayo de 2024, la Municipalidad de San Carlos de Bariloche publicó el llamado a Licitación Privada Nº 0041/24, para contratar "Servicio de Comunicación y Producción Audiovisual para la Dirección de Comunicación y Gobierno Abierto". Un nombre pomposo para una tarea esencial: cuidar la imagen de gestión del intendente Walter Cortés.
El documento establecía con precisión burocrática todos los detalles: un presupuesto oficial de $50.412.000, una fecha de apertura de sobres fijada para las 10 de la mañana, garantías, requisitos para oferentes. Todo prolijamente dispuesto como manda la ley. Pero hay un problema: ese concurso, aparentemente, nunca existió.
No hay registros públicos sobre ofertas presentadas. No hay acta de apertura. No hay adjudicación formal. El procedimiento administrativo, establecido para garantizar transparencia y buen uso de los fondos públicos, se evaporó en el aire. Como si nunca hubiera existido más allá del papel.
Pero aquí viene lo curioso: mientras la licitación en mayo de 2024 se desvanecía sin dejar rastro, los pagos municipales a una empresa llamada Voxel Media SAS ya habían comenzado a fluir desde febrero de 2024. Tres meses antes de la supuesta licitación. Al principio, transferencias de aproximadamente 2,2millones de pesos mensuales. Ahora, las cifras han escalado a casi 3,5 millones por mes.
Esto, sólo lo podemos saber porque hay un excel, perdido en los recónditos lugares de la administración pública. No en donde deberia estar, visible para que todo ciudadano lo sepa.
Todos los meses cobró como un reloj suizo, algo que no es común en esta gestión, que pisa pagos o funciona perfecto, según de quién se trate.
Una investigación más profunda revela un extraño vacío burocrático. Según fuentes consultadas, existiría apenas un "pedido de abastecimiento" y un "pedido de suministro" que habrían pasado por el sistema interno Compras. Pero el expediente completo que debería sustentar estos pagos mensuales—un contrato formal, una adjudicación, un proceso competitivo—resulta inaccesible, si es que existe.
Por normativa, toda contratación pública debería ser transparente y estar disponible para consulta ciudadana. Sin embargo, al intentar acceder a los expedientes 742 (donde figurarían los pagos) y 1075, nos encontramos con puertas cerradas. Una opacidad incompatible con la normativa de transparencia pública.
Hasta hoy, la suma de pagos a esta empresa ronda los 48 millones de pesos. El límite del presupuesto original está cerca, pero la pregunta es: ¿hay algún límite cuando las reglas parecen no existir? No aparece en el listado de compras, tampoco.
Hasta febrero de 2024 no hay irregularidades. Y tal vez no sea culpa de la empresa. Pero Voxel Media SAS no es una empresa cualquiera. Según los registros oficiales del Boletín Oficial de Río Negro, fue constituida el 20 de septiembre de 2023, con domicilio legal en Balseiro 492, Bariloche. La fecha no parece casual: exactamente 13 días después de que Walter Cortés ganara las elecciones municipales. Sus fundadores eran precisamente quienes habían orquestado la campaña electoral del actual intendente. Unos magos.
Los mismos que trabajaron para posicionar la imagen del candidato Cortés crearon, apenas dos semanas después de su victoria, una empresa que comenzaría a recibir millones del erario público en febrero, sin trámite probado. Una coincidencia que, en el mejor de los casos, genera interrogantes sobre conflictos de interés. En el peor escenario, podría sugerir un plan premeditado para canalizar fondos públicos.
Su objeto social es amplio y diverso: desde actividades agropecuarias y petroleras hasta comunicaciones y desarrollo de software. Una empresa todoterreno creada justo a tiempo para la nueva administración.
El administrador titular es Silvio Gustavo Reyes Quintana, quien presumiblemente cobra los fondos municipales. El administrador suplente original renunció, siendo reemplazado en mayo de 2024, muy tempranamente, por Paola Marcela Monti, profesora de educación física.
Lo ocurrido podría interpretarse como simple desprolijidad administrativa. Pero en el contexto de la gestión Cortés, el caso Voxel se suma a un inquietante patrón: el contrato con Navtour, las irregularidades en EMPROTUR con el manejo de las fiestas municipales, o los cuestionamientos sobre la administración del Cerro Catedral.
Los hechos aislados podrían atribuirse a inexperiencia. La acumulación de casos similares sugiere algo más sistemático.
¿Por qué el municipio contrata estos servicios cuando cuenta con personal de comunicación propio en planta permanente? ¿Por qué no se transparenta el proceso administrativo completo? ¿Por qué la opacidad en vez de la apertura?
La gestión Cortés ya acumula otras investigaciones por presuntas irregularidades: la compra de retroexcavadoras a Adrián Mercado, una hormigonera usada, camiones mixers, pagos a Powerlink, a Rowing, un juicio perdido contra el sindicato SOYEM por 100 millones por no contemplar la normativa. Una lista prolija confeccionada en tiempo récord: apenas un año y medio de gobierno.
Si sumáramos todos estos millones, ¿cuántas cuadras de asfalto podrían haberse construido? ¿Cuántas conexiones de gas y cloacas? ¿Cuánto mejor podrían vivir los barilochenses?
Es hora de un pedido formal de informes. La ciudadanía merece saber si estamos ante graves irregularidades administrativas o simplemente torpeza burocrática, lo que no quita responsabilidad. Aunque a la luz de los antecedentes, las sospechas crecen junto con los montos pagados.
En lugar de ese futuro soñado, observamos un presente que parece sacado de una novela negra norteamericana, donde la corrupción acecha en cada esquina. Y donde los papeles dicen una cosa, pero la realidad cuenta otra historia.