

Por: Bache3000
La construcción había comenzado originalmente en diciembre de 2021 con un plazo de ejecución previsto de 780 días. Pero la historia es previa, bastante previa. Parte de la financiación inicial provino de los cánones pagados por el Casino para la renovación de su licencia para operar en Bariloche. El proyecto tenía un presupuesto inicial de 1.600 millones de pesos, con una financiación que debía ser compartida entre los gobiernos nacional y provincial junto con el canon del casino.
La obra había estado detenida durante meses debido a las medidas de ajuste presupuestario implementadas tras la asunción del presidente Javier Milei. Mientras que originalmente el proyecto debía ser cofinanciado con el gobierno nacional cubriendo el 50% de los costos, el gobierno provincial de Río Negro ha decidido ahora asumir la responsabilidad total para completarlo con recursos enteramente provinciales después de que el gobierno nacional no cumpliera con su compromiso.
Se realmente se termina, la nueva terminal duplicará su capacidad operativa con una superficie total de 3.744 metros cuadrados. El edificio está diseñado sin paredes exteriores y contará con un techo cubierto de vegetación natural para proporcionar mejor aislamiento térmico, reducir el consumo de calefacción y facilitar el mantenimiento. Incluirá 24 dársenas, 30 oficinas y boleterías, y un diseño de techo energéticamente eficiente con paneles fotovoltaicos para generación eléctrica y paneles térmicos para agua caliente.
El gobernador Weretilneck ha establecido ahora un plazo para la finalización, estimando que el proyecto estará terminado "en el próximo año y medio" (aproximadamente a finales de 2026). Este anuncio se produce poco después de que Weretilneck mencionara en la celebración del 123º aniversario de Bariloche que el reinicio de las obras de la terminal se firmaría la semana siguiente.
La historia de la terminal, sin embargo, se remonta mucho más atrás. En 2017, Entretenimientos Patagonia S.A. firmó con la Provincia una extensión del contrato de concesión de las salas de juego de la región hasta 2032. La condición establecida fue que la empresa se hiciera cargo de la construcción de la nueva terminal y otras obras de menor envergadura en El Bolsón. En ese año, se presentaron los planos con la ubicación de la obra y todos los detalles del desarrollo de las tareas, pero solo colocaron el cartel de la obra en un lote ubicado en Esandi y ruta de Circunvalación, sin avances concretos. Luis Ayestarán, presidente de Lotería de Río Negro, había advertido: "Si la terminal no se hace, existe la posibilidad clara de que no haya prórroga".
Esta promesa incumplida tuvo consecuencias: el 3 de diciembre se conoció la noticia de que el gobierno provincial rescindirá la concesión de la empresa Entretenimientos Patagonia S.A., a cargo de la administración y explotación de los casinos de Bariloche, El Bolsón e Ingeniero Jacobacci, por incumplimiento de contrato. Esta situación pone en duda la concreción de la anunciada nueva terminal de ómnibus de Bariloche, ya que su construcción era uno de los ítems del contrato con esta empresa por parte del gobierno provincial.
Este anuncio es solo el último capítulo de un patrón recurrente de infraestructuras esenciales eternamente prometidas y nunca completadas en Bariloche. Junto a la terminal, el Hospital Ramón Carrillo lleva más de 10 años en obras, con sucesivos anuncios de finalización que nunca se materializan por completo. Durante el mismo acto de aniversario de la ciudad, Weretilneck prometió que "tras el invierno se inaugurará la primera etapa" del hospital, que será "el más grande de la Patagonia" - otra promesa más para una obra que debería haberse completado hace años.
El vertedero municipal representa otra deuda histórica con los ciudadanos de Bariloche, con más de 40 años de promesas incumplidas. En el mismo aniversario de la ciudad, el gobernador señaló que "antes de fin de año vamos a presentar la solución definitiva" - otra promesa para resolver un problema ambiental y sanitario crítico que ha persistido durante décadas.
La ampliación de la avenida Bustillo fue anunciada por primera vez en junio de 2020 con los trabajos iniciales comenzando a finales de 2021, pero también enfrentó problemas de financiación y de plazos. Situaciones similares han ocurrido con otros proyectos importantes de infraestructura como la renovación de la calle Mitre, un proyecto provincial y no municipal.
Esta nueva promesa para la terminal es sólo el último ejemplo de infraestructuras básicas que una ciudad turística de la importancia de Bariloche debería tener desde hace décadas, pero que siguen atrapadas en un ciclo interminable de anuncios, retrasos y nuevos anuncios, mientras la ciudad continúa operando con instalaciones anticuadas e insuficientes para su estatus como destino turístico internacional.