viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº92

El Bardo de Siempre | 15 may 2025

Y LOS COSTOS, ALTÍSIMOS

Caro y malo: Nadie sabe cuál es la calidad del pavimento de la Hormigonera

Desde febrero hasta ahora, se llevan gastados unos 100 millones en mantenimiento, arreglos, y sueldos. El cemento se trae al triple de valor, de otro municipio, con fletes que rondan los 3.3 millones. Encima, no hay laboratorio para comprobar si el pavimento tiene la calidad necesaria. "Sin una base adecuada y sin controles de calidad, es imposible garantizar la durabilidad del pavimento. Lo más probable es que en pocos años comience a fisurarse y hundirse", explicó un ingeniero civil con experiencia en obras viales.


Por: Bache3000

La flamante planta municipal de hormigón, presentada por la gestión de Walter Cortés como una solución definitiva para el histórico problema de las calles en Bariloche, acumula irregularidades técnicas y sobrecostos que ponen en duda su eficacia y la calidad del pavimento producido.

A diferencia de cualquier empresa privada del sector, la planta municipal opera sin un laboratorio para realizar las pruebas de resistencia y calidad del hormigón que se vierte en las calles de la ciudad. Esta grave omisión hace imposible verificar si el material utilizado cumple con los requerimientos técnicos necesarios para soportar el clima extremo de la región y el tránsito vehicular.

"Ninguna empresa que se dedica a esto trabaja sin laboratorio, es parte fundamental del ecosistema de una planta de hormigón", explicó a este medio un ex trabajador de la planta, quien pidió mantener su identidad en reserva. "Sin las probetas correspondientes, es imposible garantizar la calidad del producto final".

Un segundo problema, igualmente alarmante, es la inadecuada preparación del terreno. Según pudo constatar este medio, se está aplicando hormigón directamente sobre calles de barro, sin la base de ripio necesaria para garantizar estabilidad y durabilidad.

El propio intendente Cortés reconoció esta deficiencia a través de su canal de televisión, donde mencionó que no se está utilizando ripio en las calles y que existe la intención de adquirir una cantera para obtenerlo. Sorprendentemente, este aspecto técnico básico no fue contemplado antes de invertir $1.200 millones en la compra de toda la maquinaria que está instalada, y la que rodea a la hormigonera.

Millones en gastos y ritmo de avance mínimo

Un análisis de los documentos oficiales de gastos realizado por Bache3000 revela que, desde septiembre de 2024 hasta mayo de 2025, la municipalidad ha invertido $316.094.082,47 en la planta de hormigón y sus operaciones (eso sin contar el resto del ecosistema). La distribución de estos fondos es preocupante:

  • $192.000.000 en la compra inicial de la planta (60,74% del total)
  • $71.494.800 en compra de hormigón hecho (22,62%)
  • $52.599.282,47 en otros gastos operativos (16,64%)

A pesar de esta millonaria inversión, el ritmo de avance es alarmantemente lento. En dos años de gestión, si todo sale bien, podrían completarse apenas 8 cuadras, que todavía no están terminadas. Proyectando este ritmo, al finalizar el mandato de Cortés se habrían pavimentado apenas 16 cuadras. Según información del propio municipio, cada cuadra cuesta a los barilochenses 100 millones de pesos, es decir, 600 mil pesos el métro cúbico. Comparado a los precios del sector privado, a la ciudad le saldría 300 mil. Es decir, la mitad. Y, además, no tendría todos los gastos opertivos mensuales de mantenimiento y personal. Y tendría garantía respecto la calidad.

La contradicción es flagrante: se creó una planta municipal supuestamente para ahorrar costos, pero se está gastando el doble que lo que cobraría una empresa privada, que además garantizaría la calidad del producto mediante los controles de laboratorio correspondientes.

Compras externas y fletes innecesarios

Otra curiosidad que surge del análisis de los gastos es que, a pesar de contar con planta propia, el municipio continúa comprando hormigón elaborado a terceros por más de $71 millones. Además, se realizan compras de cemento a otros municipios, como Zapala, sumando costos de flete que superan los $3,3 millones.

El intendente Cortés ha afirmado públicamente que el trabajo realizado "es algo que va a quedar para toda la vida", una declaración que carece de respaldo técnico según los especialistas consultados.

"Sin una base adecuada y sin controles de calidad, es imposible garantizar la durabilidad del pavimento. Lo más probable es que en pocos años comience a fisurarse y hundirse", explicó un ingeniero civil con experiencia en obras viales.

La pregunta que muchos barilochenses se hacen es si esta millonaria inversión pública realmente mejorará la infraestructura vial de la ciudad o si, por el contrario, se convertirá en otro ejemplo de recursos mal utilizados.

Por ahora, los datos técnicos y financieros no son alentadores: calles sin base adecuada, hormigón sin control de calidad, costos duplicados respecto al sector privado y un ritmo de avance que dejaría apenas 16 cuadras pavimentadas al finalizar la gestión.

El tiempo dirá si la promesa de un pavimento "para toda la vida" se cumple o si, como temen los especialistas, el deterioro prematuro demostrará que la improvisación y la falta de planificación técnica tienen un alto costo para el erario público.

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