viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº92

El Bardo de Siempre | 15 may 2025

FEFE: EL INVISIBLE

Una ayuda para el Fefe, ¿o qué clase de sociedad somos?

Ya sabemos, muchos nos van a decir: tiene que ser el Estado el que resuelva. Bueno, mientras el Estado resuelve, si es que aparece, ¿los demás qué hacemos? ¿miramos cómo se caga de frío? ¿o cómo tirita en este otoño casi invierno? Mejor: ayudemos. David Varano, puso a disposición su cuenta de mercado libre: david.varano (en el mensaje poner "para fefe").


Por: Bache3000

El Fefe no come desde hace días. Busca comida entre Los Héroes Suburbanos, Bariloche. 2025, Bariloche.

Las montañas acá son más altas, más imponentes, más admiradas que los seres humanos que las habitan. Los millones de turistas no llegan a ver —no quieren ver— al barilochense que duerme en el cajero de la calle Mitre.

Leandro, Fefe para los que lo conocen, ya no le importa a nadie. Duerme en un cajero automático. Con cartones junta lo que puede, porque hasta la basura vale algo si uno necesita comer. A sus treinta y pico de años años, tiene la cara marcada de golpes de su padre, diciéndole cada día que no sirve para nada. 

Hace semanas todos pensaban que estaba muerto, que le había pasado algo, porque no aparecía. Pero sigue vivo. Y con la dignidad intacta, porque alguien que no tuvo nada para comer en tres días, todavía mira a los ojos a quienes —de tanto en tanto— le regalan algunas monedas.


Son la 1 de la mañana. Fefe está en la calle, otra vez. El que lo cuenta es David.

David Varano, tiene 56 años, 3 hijas, y un trabajo único: recicla almas. Las suelda. Trabaja con chapa y tiene un taller donde da trabajo a jóvenes con heridas que nadie ve. Herreros de La Luz se llama. Se siente responsable de darle una mano a Fefe, que tiene "la discapacidad más grande que puede existir para alguien, carecer del amor de un padre".

Hace un mes que Fefe no vuelve a casa. La calle no es mejor, pero es más segura. Está viviendo en el cajero automático hace semanas. Ya es un mueble más, lo atraviesa el frío de las noches, las miradas de quienes sacan dinero. Y no existe. No existe hasta que Varano marca su teléfono.


Bariloche se parece a una ciudad de postal: perfeccionada, prolija, diseñada para turistas. No está hecho para Fefe. Hecha está para personas como nosotros. Que a veces, escupimos palabras lindas, nos idignamos, pero somos bastante hijos de puta cuando se trata de ayudar. De pensar en el otro, al que sufre, como un hermano.

Y hacer algo. Por lo menos un aporte económico para que el pibe coma. O hasta que el Estado llegue, si es que llega.

En una noche de invierno, David fue al cajero a las 2 de la madrugada. Vio a Fefe, ahí acurrucado, sin frazada, sin nada.

Vamos a tomar un café y te calentás un rato. Llevaba varias horas sin comer. Tal vez días.

En una estación de servicio tomaron café y charlaron. David se sacó los pedazos de mármol de los ojos. Solidaron esa noche. No con máquina. Con palabras.

David tiene miedo de que le pase algo a Fefe, viviendo en la calle de Bariloche. Y pide ayuda. Una ayuda que debería llegar, si que que acaso estás líneas significan algo para alguien.


Esta nota no existe. La escribió un periodista que tampoco existe. Leandro es nombre inventado. Al igual que Fefe. La situación, en cambio, es real. David Varano lo ayuda cada día para que pueda tener una vida más digna.

Dicen que el periodismo muestra hechos. Este, en cambio, exige acciones. Bariloche, mayo de 2025.

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