sábado 24 de mayo de 2025 - Edición Nº100

Yo no lo voté | 23 may 2025

OPINIÓN

El Intendente Viajero

O de cómo administrar una ciudad desde Buenos Aires.


Por: Bache3000

Cuarenta y siete días. En lo que va del año —estamos en mayo— el intendente de Bariloche se ausentó de su ciudad cuarenta y siete días. Cuarenta y siete días de hoteles, de aviones, de taxis, de restaurantes porteños pagados con la plata de los vecinos que lo eligieron para que esté acá, para que gobierne acá, para que se ocupe de los problemas de acá.

Pero no.

El tipo prefiere Buenos Aires. Prefiere los pasillos del poder nacional, las antesalas ministeriales, los lobbies de los hoteles céntricos donde se hospeda mientras Bariloche se las arregla sola. Y no es que empezó hace poco con esta costumbre: en toda su gestión ya lleva ochenta y un días afuera. Ochenta y un días en los que cobró su sueldo de intendente sin ejercer de intendente.

¿Los resultados? Él mismo los enumera cada vez que vuelve: el gobierno nacional abandona a Bariloche, no envía fondos, no hace obras, quita subsidios. Una confesión de fracaso que repite como si fuera un logro. Como si viajar para que te digan que no fuera una estrategia política.

Millones de pesos. Eso es lo que cuestan estos viajes. Millones que salen del presupuesto municipal, de los impuestos que pagan los vecinos, de la plata que podría usarse para bachear calles, para arreglar semáforos, para pagar sueldos en tiempo y forma. Pero no: se va en pasajes aéreos y facturas de hotel.

Durante la gestión de Gustavo Gennuso hubo pedidos de interpelación. Los concejales querían que el intendente fuera al Concejo Deliberante a explicar para qué viajaba tanto, qué resultados traía, por qué gastaba tanta plata pública en turismo administrativo. Era la oposición siendo oposición, cumpliendo su rol de control.

Ahora ese control no existe. O casi no existe. Ayer fue Facundo Villalba, edil de Primero Río Negro, quien tiró la primera piedra. Cuestionó los viajes, cuestionó los gastos, cuestionó sobre todo la paradoja: el intendente que quiere cortarles las licencias a los empleados municipales es el mismo que no estuvo en la ciudad el treinta por ciento de los días del año.

"Él es el primer trabajador municipal", dijo Villalba. "Debería dar el ejemplo."

El ejemplo. Ahí está la clave. El ejemplo de un funcionario que cobra para estar y no está, que gasta para conseguir y no consigue, que viaja para gestionar y vuelve con las manos vacías. El ejemplo de alguien que gobierna por control remoto, que administra una ciudad de doscientos mil habitantes desde un escritorio prestado en Buenos Aires.

Porque no se trata solo de los días. Se trata de qué significa gobernar. Se trata de estar cuando las cosas se rompen, cuando llueve y se inunda el centro, cuando hay un problema en el hospital, cuando los vecinos necesitan respuestas. Se trata de caminar las calles de la ciudad que uno gobierna, de conocer sus problemas de primera mano, de no enterarse de lo que pasa por los diarios o por llamadas telefónicas.

Pero tal vez el intendente tenga razón. Tal vez Bariloche se gobierne mejor desde lejos. Tal vez las soluciones estén en Buenos Aires y no acá. Tal vez nosotros no entendemos nada de gestión moderna, de management público, de políticas de Estado.

O tal vez no.

Tal vez lo que tenemos es un intendente que confunde viajar con trabajar, que cree que la gestión pública es una sucesión de reuniones en oficinas ajenas, que piensa que gobernar es conseguir que otros gobiernos hagan lo que el suyo no puede hacer.

Tal vez lo que tenemos es un tipo que no entiende que lo eligieron para estar acá.

Cuarenta y siete días en cinco meses. Más de un día por semana afuera de la ciudad. Un récord que ningún intendente debería querer batir. Un récord que los vecinos de Bariloche pagan con su plata y sufren con su ausencia.

Mientras tanto, las calles siguen rotas, se roban ripio de lugares intangibles para alimentar una hormigonera cuestionada, las peleas con todos los sectores no se solucionan (al contrario), y las promesas como el tranvía, el vertedro, el transporte, no existen. Y el intendente sigue viajando, buscando en Buenos Aires lo que no encuentra en Bariloche: tal vez porque no lo busca acá, tal vez porque no sabe dónde buscarlo, tal vez porque es más fácil viajar que gobernar.

Tal vez.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias