Por: Bache3000

El texto de la renuncia fue en tperminos durísimos. Omar Tomasini, fundamentó su alejamiento en "razones estrictamente laborales" pero enumeró una serie de situaciones que describen un panorama de desorganización institucional y falta de comunicación interna que afecta directamente a los empleados municipales.

La carta de renuncia, dirigida al Intendente Walter Cortes y con copia a la Subsecretaria de Recursos Humanos Noelia Galeani, detalla un escenario de gestión caótica que incluye modificaciones de servicios sin notificación previa, silencio administrativo ante requerimientos oficiales y prohibiciones inexplicables para el normal funcionamiento del área.

Entre las situaciones más graves denunciadas, el Director menciona la modificación del prestador del servicio de HPR —del cual depende el Departamento de Medicina— sin la correspondiente notificación previa ni información oficial sobre los cambios, situación que califica como "grave debido al impacto directo sobre los agentes municipales, tanto activos como en uso de licencias".

La falta de respuesta a requerimientos enviados mediante el sistema GDE aparece como otro punto crítico. Según el funcionario renunciante, propuestas de mejora y solicitudes de información sensible relacionada con los trabajadores "no han sido atendidas pese a reiterados reclamos", mientras que consultas operativas sobre el proceso de mudanza fueron ignoradas, siendo este proceso "asumido de manera directa por la Subsecretaría, afectando al personal del área en forma inmediata".

Comunicación institucional quebrada

La nota revela una comunicación institucional prácticamente inexistente entre la Subsecretaría de Recursos Humanos y la Dirección, describiendo una "escasa o nula comunicación" que habría impedido el normal funcionamiento del área.

Particularmente llamativa resulta la denuncia sobre la "prohibición expresa por parte de la Subsecretaría de llevar adelante reuniones de equipo (Dirección y Departamentos), bajo el argumento de no compartir la metodología o los contenidos", sin que mediara "una comunicación clara acerca de los objetivos institucionales por parte del área superior". Estas reuniones, según explica el Director, estaban enmarcadas en un proceso de construcción de una planificación estratégica trianual para la Dirección.

El funcionario también denuncia la "ausencia de lineamientos políticos, ejecutivos o de acción formalmente comunicados desde la Subsecretaría hacia la Dirección, limitando la posibilidad de llevar adelante una gestión planificada", y el "incumplimiento de los canales jerárquicos formales, evidenciado en múltiples ocasiones en las que se estableció contacto directo con los departamentos dependientes de esta Dirección, sin su debido conocimiento o participación".

Cambios estructurales sin participación

El punto más conflictivo de la carta se refiere a una "comunicación informal acerca de una inminente modificación en la estructura de la Dirección, incluyendo la futura carga de un proyecto de resolución sin conocimiento de la misma ni participación de sus integrantes".

Esta situación, según el Director, "desconoce la predisposición permanente de los agentes municipales a colaborar en procesos de mejora, carece de información oficial y genera una profunda incertidumbre al no explicitar los criterios aplicados, afectando la previsibilidad de las acciones administrativas en su conjunto".

El funcionario es contundente al evaluar las consecuencias de esta situación: "Estas situaciones dificultan y, en algunos casos, imposibilitan el ejercicio de una gestión integral de los recursos humanos. Ello da lugar a una política fragmentada, sin previsibilidad ni criterios ejecutables, lo cual afecta la calidad de la gestión del capital humano, el clima laboral, la resolución de conflictos, la rotación del personal y el diseño de una planificación acorde a los ciclos laborales y al desarrollo del personal".

La renuncia concluye con una advertencia sobre el impacto institucional: "Entiendo que estos aspectos no solo impactan negativamente en mi desempeño personal en el rol que ocupo, sino también en el rendimiento de los agentes municipales, así como en la sustentabilidad institucional a mediano y largo plazo".

La carta, representa una de las críticas más duras y documentadas al funcionamiento interno del gobierno municipal en los últimos tiempos, exponiendo un panorama de desorganización que trasciende la gestión de recursos humanos para afectar la estructura administrativa en su conjunto.