jueves 29 de mayo de 2025 - Edición Nº105

El Bardo de Siempre | 27 may 2025

DERECHOS ALQUILADOS

¿Justicia para quién?: Cuando una persona mayor pierde su casa por una firma que no entendió

En San Carlos de Bariloche, una historia de injusticia conmueve a la comunidad y expone las fallas de un sistema que debería proteger a los más vulnerables. Julia Argentina Chávez, de 74 años, madre de 10 hijos y vecina histórica de la calle Onelli, está a punto de ser desalojada de su hogar tras una sentencia judicial que se basa en una supuesta venta ocurrida hace más de tres décadas.


Por: Bache3000

La historia de Julia comienza en los años 90, cuando atravesaba uno de los momentos más dolorosos de su vida: la muerte trágica de su hija. En medio de esa crisis emocional devastadora, firmó documentos en una escribanía que, según sostiene, nunca comprendió realmente. No hubo testigos de confianza presentes, no recibió una compensación económica justa, y lo que debería haber sido una transacción transparente se convirtió en una pesadilla que llegaría décadas después.

Durante más de 30 años, Julia vivió tranquilamente en su casa con sus hijos. Nadie reclamó el inmueble, nadie cuestionó su derecho a estar allí. La vida transcurrió con normalidad hasta que, en silencio, se inició una causa judicial que avanzó sin oposición, simplemente porque ella no entendía lo que estaba ocurriendo ni recibió el asesoramiento jurídico que merecía.

La situación se vuelve aún más dramática cuando se considera que la propia Defensoría Pública reconoció que su intervención llegó demasiado tarde, cuando el juicio ya había terminado. A pesar de que existen pruebas claras de la vulnerabilidad de Julia y de las circunstancias irregulares que rodearon esa firma de hace 30 años, la justicia mantiene firme la orden de desalojo.

Pablo Gastón Chávez, hijo de Julia, ha decidido hacer pública esta situación porque considera que representa algo mucho más grande que el caso particular de su madre. "¿Qué garantías tiene una persona mayor en este sistema?", se pregunta. "¿Cuántas más firmaron papeles sin comprender y perderán su hogar sin que nadie lo impida?"

El caso de Julia expone una realidad que afecta a miles de personas mayores en todo el país: la desprotección estructural frente a maniobras abusivas, la falta de acompañamiento legal adecuado y sentencias que priorizan los aspectos formales por encima de la justicia real. Es una muestra clara de cómo el sistema puede fallar precisamente a quienes más necesita proteger.

La familia Chávez y quienes apoyan su causa exigen una revisión urgente del caso, medidas reales de protección jurídica para personas mayores en situación de vulnerabilidad, y el fin de sentencias que consolidan la injusticia bajo la apariencia de legalidad. Su reclamo es simple pero poderoso: "La justicia que no protege a los más débiles, no es justicia."

Mientras Julia, a los 74 años, enfrenta la posibilidad de perder el hogar donde crió a sus hijos y construyó su vida, su historia se convierte en un llamado de atención sobre la necesidad urgente de reformar un sistema que permite que situaciones como esta ocurran. Porque detrás de cada expediente judicial hay personas reales, historias de vida, y la responsabilidad de una sociedad de proteger a quienes más lo necesitan.

La pregunta que plantea este caso trasciende lo particular y nos interpela como sociedad: ¿estamos dispuestos a permitir que la vulnerabilidad se convierta en sinónimo de indefensión? La respuesta que demos definirá qué tipo de justicia queremos construir.

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