

El conflicto tiene sus raíces en los recientes acontecimientos en torno a la secretaria de Planeamiento Territorial, Sofía Maggi. Tras confirmar por WhatsApp su asistencia a una interpelación programada para un lunes, la funcionaria borró el mensaje enviado a las 8 AM de ese día y no se presentó ante los concejales.
Una semana después, Maggi finalmente compareció ante la comisión de Turismo y Medio Ambiente, donde presentó actas de infracción y el pedido de paralización de la obra. La funcionaria argumentó que la obra fue aprobada durante una gestión anterior y que ya no tenía poder de firma para revocar la habilitación, trasladando la responsabilidad a la justicia.
Los vecinos de la Reserva Natural Urbana El Trébol, representados por María Rufo y Fernando Sanchís Muñoz, presentaron más de 30 argumentos que, según sostienen, justifican la paralización definitiva del proyecto. "Desde la violación de nuestra carta orgánica municipal, pasando por las consideraciones para la protección del ambiente, el derrotero de los procesos administrativos, los planes de manejo de las RNU, la falta de consenso social y todas las oportunidades que nos dan las leyes para la participación ciudadana", enumeró Rufo durante su exposición.
Los vecinos denunciaron que el proyecto carece del certificado CAPRI para la provisión de servicios, un documento que "debería haber estado presentado hace años" y cuya ausencia "torna el proyecto nulo". También señalaron el incumplimiento del convenio sobre externalidades firmado en 2022, la falta de convocatoria a las comisiones mixtas de las reservas y la no aplicación de los planes de manejo, lo que habría revelado que el proyecto se excede en más de 2.600 metros cubiertos respecto a lo permitido.
Los vecinos fueron particularmente duros con la secretaria de Planeamiento. Fernando Sanchís Muñoz calificó de "intentar tomar de idiotas" a los concejales la actitud de Maggi durante su interpelación, señalando que la funcionaria tardó "menos de 3 minutos para explicar los 5 años de un caso plagado de irregularidades".
"Según el diccionario, idiota es un adjetivo que describe a una persona tonta o que tiene un entendimiento limitado", expresó Sanchís Muñoz, quien representa a las RNU y a Árbol de Pie.
Los vecinos también reportaron incidentes graves relacionados con la obra. "El 7 de mayo un camión casi vuelca en el camino de acceso a Cauma, el 8 se hizo un simulacro de paralización de la obra y el 21 un auto efectivamente volcó en el camino", relató Sanchís Muñoz, quien representa a las RNU y a Árbol de Pie.
Durante la sesión de ayer, presidida por Juan Pablo Ferrari, los vecinos buscaban que el Concejo votara una moción para solicitar la remoción de la secretaria Maggi. Sin embargo, se les explicó que el Concejo no tiene injerencia sobre la remoción de funcionarios del Ejecutivo, competencia que sí tiene el Tribunal de Contralor.
La situación se complicó cuando el concejal Leandro Costa permitió que hablara una vecina arquitecta, pese a la oposición del resto de los concejales que buscaban acotar el tema. Esto generó disputas entre los propios vecinos: unos querían la definición política del Concejo, otros apoyaban que la nueva oradora se expresara.
Los ánimos se caldearon cuando la vecina arquitecta se enfrentó verbalmente e insultó al arquitecto del siguiente proyecto en agenda (loteo Brizas del Nahuel). Al finalizar su intervención, Ferrari dio por cerrado el tema Cauma, lo que provocó el malestar de otros vecinos.
Durante el cuarto intermedio obligado por la tensión, uno de los vecinos increpó a Ferrari en el pasillo por permitir hablar a la arquitecta sin darles la posibilidad de presentar formalmente su propuesta de remoción. El episodio incluyó gritos, insultos y hasta forcejeos.
Los vecinos también expresaron su molestia por el pase del tema desde la comisión de Turismo y Medio Ambiente hacia la de Obras y Planeamiento, considerando que Ferrari, al haber sido funcionario durante la gestión de Genusso, no debería intervenir en el caso.
"Y encima Juampi no nos da ni bola", se escuchó entre los reclamos vecinales al finalizar la sesión.
Los representantes vecinales enfatizaron su compromiso histórico con la defensa del ambiente: "Los vecinos comprometidos con el cuidado y la preservación del ambiente, de ninguna manera cejaremos en seguir haciendo como venimos haciendo hace 20 años", expresó María Rufo.
Los vecinos mantienen que el proyecto Cauma debe "volver a foja cero" y anunciaron que continuarán utilizando "todas las herramientas" disponibles para asegurar el respeto a las normativas ambientales.
El caso Cauma continúa siendo uno de los temas más controvertidos en la agenda municipal, con un Ejecutivo que sostiene la legalidad del proyecto y vecinos que denuncian múltiples irregularidades en un megaproyecto hotelero ubicado en zona de humedales y costa de lago.