

Por: Bache3000
La desesperación del oficialismo por sostener los vetos del intendente Walter Cortés quedó al descubierto este jueves en una polémica sesión extraordinaria del Concejo Deliberante. El presidente Gerardo del Río convocó aprovechando que la oposición no podía juntar los 8 votos necesarios por el viaje por temas personales de una concejal, pero la estrategia terminó siendo contraproducente.
Los tres proyectos en disputa no son menores: el envío de fondos al vertedero, la anulación del pago millonario a Navtour, y fundamentalmente, la eliminación de la posibilidad de extender de forma automática las licitaciones. Esta última ordenanza es de suma importancia porque es la que permite extender las concesiones a empresas como la del cerro Catedral y, especialmente, la del transporte público.
Precisamente, el debate por la licitación del transporte es algo que viene próximamente, y el Ejecutivo pretende extenderla de forma automática a la empresa actual, sin que se debata un nuevo contrato o exista la posibilidad de abrir la convocatoria a nuevas empresas. Esa es la razón por la que el oficialismo está tan "desesperado" por que se realice de urgencia una sesión extraordinaria.
Sin la ordenaza que permite la extensión automática, el ejecutivo debería convocar a licitación pública, redefinir el contrato actual, sus requsitos, y permitir que otras empresas se presenten a disputar este mercado. Evidentemente, no quiere hacerlo.
La sesión de este jueves comenzó con fuego cruzado. La concejal Julieta Wallace no se guardó nada al denunciar la maniobra: "Nos han invitado a jugar un partido de fútbol sin pelota. Es matemáticamente imposible que hoy los vetos puedan ratificarse porque nos falta el octavo voto", disparó contra Del Río, acusándolo directamente de "mala fe" en la convocatoria.
La estrategia del oficialismo terminó siendo un tiro por la culata. Los tres vetos volvieron a comisión legislativa por pedido de la oposición, que logró 7 votos contra 3. Con la ausencia de la concejal opositora, nunca hubieran podido insistir con las ordenanzas, una debilidad que observó perfectamente el intendente y su bloque de concejales.
Pero la desesperación del oficialismo no terminó ahí. Apenas finalizada la sesión del jueves, Del Río intentó volver a llamar a una sesión extraordinaria para mañana viernes e intentó notificar a los ediles. Sin embargo, la maniobra presenta un error garrafal: al menos 4 concejales no fueron notificados y, más grave aún, no tiene el pedido formal del intendente Walter Cortés, algo que es requisito fundamental para convocarla.
El problema legal es claro: en la sesión de hoy, el poder de convocatoria que tiene el presidente del Concejo Deliberante quedó limitado y condicionado por la moción de enviar los vetos a comisión legislativa para acordar una fecha y garantizar la presencia de todos los ediles. Lo único que haría legal esa convocatoria es que la pide el propio intendente.
El Concejo necesita al menos 6 concejales para tener quórum. Si algún otro concejal decide no asistir o no fue notificado correctamente, la sesión se caería, y el oficialismo tendría que esperar a que el Concejo funcione a pleno.
"Están desesperados por darle la concesión automática a Mi Bus", señaló uno de los concejales opositores, resumiendo en una frase el trasfondo político de toda esta maniobra. La pregunta que queda flotando es si el oficialismo logrará sortear los obstáculos legales y políticos para impedir que se debata la renovación de la licitación del transporte público, o si la oposición conseguirá forzar un proceso transparente que permita la participación de nuevas empresas.