

Por: Bache3000
El relevamiento, que abarcó a 703 personas, muestra que seis de cada diez barliochenses están atravesando momentos económicos más difíciles que en el pasado reciente. Los números son contundentes: el 53% de los consultados afirmó que su situación empeoró, mientras que un 7% adicional reconoció que no solo empeoró, sino que ahora se encuentra en proceso de recuperación tras tocar fondo.
La encuesta refleja cómo la crisis económica argentina se materializa en los hogares de una de las ciudades turísticas más importantes del país. Bariloche, que tradicionalmente depende del turismo y los servicios relacionados, muestra signos evidentes de que sus habitantes están sintiendo el peso de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo y la incertidumbre económica general.
En el extremo opuesto, apenas el 18% de los encuestados manifestó que su situación económica mejoró en comparación con períodos anteriores, una cifra que contrasta marcadamente con la mayoría que experimenta dificultades. Un 15% adicional indicó que su situación se mantiene igual que antes, sugiriendo una estabilidad que, en el contexto actual, podría considerarse relativamente positiva.
Los datos también revelan un 8% de respuestas indecisas, correspondiente a quienes no supieron qué pensar sobre su situación económica actual, lo que podría interpretarse como incertidumbre ante un panorama económico volátil y difícil de predecir.
Esta radiografía económica de Bariloche coincide con las tendencias nacionales que muestran a amplios sectores de la población argentina enfrentando desafíos económicos significativos. Para una ciudad que vive principalmente del turismo, estos resultados podrían tener implicancias importantes tanto para el comercio local como para la planificación de políticas públicas destinadas a mitigar el impacto de la crisis en los hogares más vulnerables.
Los resultados de esta encuesta se suman a otros indicadores que vienen mostrando las dificultades económicas que atraviesa el país, y particularmente cómo estas se reflejan en ciudades del interior que dependen de sectores especialmente sensibles a las fluctuaciones económicas como el turismo y los servicios.