jueves 12 de junio de 2025 - Edición Nº119

El Bardo de Siempre | 10 jun 2025

EL INVIERNO DE NUESTRO DESCONTENTO

La bomba brasileña: la promesa de Cortés que puede volar el contrato de CAPSA (y a Bariloche)

Una promesa incumplida del intendente Walter Cortés en Brasil puede costarle a la ciudad su temporada de esquí y a la empresa concesionaria, su millonario contrato.


Por: Bache3000

La política, como el esquí, es cuestión de equilibrio. Un movimiento en falso y todo se viene abajo. Walter Cortés lo aprendió de la manera más dura cuando abrió la boca en Brasil y prometió algo que no podía cumplir: congelar el pase de esquí del Cerro Catedral en 115 mil pesos.

Ahora, mientras los turistas buscan otros destinos y los comerciantes locales se muerden las uñas, Bariloche se encuentra en el medio de una guerra de nervios que podría dejarla sin temporada invernal y a CAPSA sin su jugoso contrato de concesión. . 

Todo, por dar anuncios en el aire. Sin reconocer normativas, ni formas de funcionamiento del Estado. Algo que podría llevar a la ciudad a un nuevo juicio.

ACTO 1: CORTÉS Y SU ANUNCIO CON CAIPIRIÑA

Todo empezó con una bomba que Cortés no sabía que estaba activando. El intendente, en su afán de quedar bien políticamente después del costo que le significó aprobar los 115 mil pesos del año pasado, anunció en territorio brasileño que iba a congelar el precio del pase. El problema: él no tiene potestad para definir ese precio. Esa es función del EAMCEC, el ente de control. Pero ya estaba dicho, ya había corrido por la ciudad como reguero de pólvora, y desandar esa promesa se volvió una misión imposible.

Las maniobras que siguieron fueron dignas de una obra de Shakespeare. Primero objetaron los roles de los concejales en el directorio —fracaso—. Después dilataron al máximo las reuniones, hasta que corrió peligro el plazo para que el EAMCEC definiera la tarifa, lo que hubiera permitido a CAPSA poner el precio de manera unilateral. La presión del concejo evitó esa catástrofe. Finalmente, jugaron la carta más desesperada: dijeron que la empresa no había presentado pedido de aumento, que solo había mostrado un "esquema de costos".

Pero la realidad es terca y los números no mienten. En el presupuesto municipal que el mismo Cortés había aprobado, el pase de esquí figuraba a 155 mil pesos, con una ganancia estimada de 1.957 millones en concepto de canon. Con los 115 mil pesos actuales, el municipio pierde unos 600 millones. Para CAPSA, esa cifra en el presupuesto es la prueba del delito: demostraba que la decisión del intendente era más política que económica, y que había un perjuicio evidente.

ACTO 2: CAPSA AL ATAQUE

La respuesta de CAPSA fue contundente: silencio administrativo. No presentó tarifas, no vende pases a residentes ni a turistas, no hay precio, no hay venta, no hay temporada previsible. Para Walter Cortés y Mike Domínguez, esa ausencia era "una aceptación implícita" de los 115 mil pesos. Pero la empresa tenía otros planes: días después presentó una acción judicial cuestionando las condiciones del pase a residente.

Luego, no hubo precio del pase para nadie: ni residentes, ni turistas. Lo implicito: no hay temporada para nadie. 

El único que vio venir la maniobra fue Leandro Costa Brutten, quien pidió en la última reunión de directorio que quedara asentado en actas el "incumplimiento por parte de la empresa al no pedir una tarifa". Ahora, con la documentación en la mano, Costa Brutten prepara la contraofensiva: una convocatoria para el viernes a las 11:30 horas a los responsables de CAPSA y al titular del EAMCEC, con la intención de mediar entre las partes.

Si esa mediación fracasa, viene la artillería pesada: una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante para pedirle al intendente que termine la relación contractual con CAPSA. "Si ellos dejan a Bariloche sin temporada por no poner tarifa, es un incumplimiento, y nos obliga a rescindir el contrato por el perjuicio que le causan a la ciudad", explicó el edil. Los votos para la convocatoria ya están contados.

ACTO 3: EL CONTRATAQUE DEL CONCEJO

La ironía de todo esto es que mientras CAPSA niega la preventa en Bariloche, está comercializando activamente en otros centros de esquí que compiten directamente con la ciudad. Costa Brutten lo ve claro: es "un evidente abuso de la posición monopolizadora de CAPSA sobre los centros de esquí de la patagonia norte en desmedro y a fin de perjudicar a los barilochenses".

La estrategia del concejal es simple y brutal: mientras CAPSA deja a Bariloche sin temporada invernal, la municipalidad debe dejar a CAPSA sin contrato y sin monopolio. El principio legal es sencillo: solo la parte cumplidora puede exigir contractualmente. Y CAPSA, al no presentar el tarifario en tiempo y forma, perdió ese derecho.

Mientras tanto, el EAMCEC ordenó a CAPSA que desde el 1 de junio cumplimente la oferta del pase a 115 mil pesos. Basta con entrar a la página web de la empresa para comprobar el incumplimiento: no hay tarifas, no hay promociones, no hay nada. Todos los demás centros de esquí, incluso de la misma empresa, ya tienen tarifa. Los turistas, como es lógico, eligen otros destinos.

La guerra está declarada. De un lado, un intendente que prometió algo que no podía cumplir. Del otro, una empresa que decidió jugarse el todo por el todo. En el medio, una ciudad que vive del turismo invernal.

Al final, la matemática es simple: alguien tiene que pagar la diferencia entre 115 y 155 mil pesos (O 190 mil). Cortés no quiere, CAPSA tampoco, y los barilochenses no entienden por qué una promesa hecha en Brasil puede costarles el invierno. Mientras tanto, la poca nieve espera en las montañas, ajena a las peleas humanas, preguntándose si este año tendrá esquiadores o solo abogados.

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