viernes 13 de junio de 2025 - Edición Nº120

El Bardo de Siempre | 10 jun 2025

70% OCURREN DE NOCHE

Avenida Bustillo concentra 1 de cada 4 muertes viales en Bariloche según estudio de 12 años

Un exhaustivo análisis de 12 años de datos revela que la ciudad patagónica presenta características particulares en sus siniestros fatales que la diferencian del resto del país, con concentraciones peligrosas en horarios nocturnos y zonas específicas que requieren intervención urgente. El análisis demográfico revela otro patrón preocupante: el 77% de las víctimas son varones, y más del 50% tienen entre 15 y 34 años. El 58% de las víctimas son peatones, ciclistas y motociclistas, mientras que los automovilistas representan el 40% restante


Por: Bache3000

Entre enero de 2013 y mayo de 2025, San Carlos de Bariloche registró 71 siniestros viales fatales que cobraron la vida de 79 personas, según un informe técnico elaborado por aMUn Movilidad Urbana. Las cifras muestran un panorama complejo: mientras la tendencia general es descendente, los datos revelan patrones únicos que no se observan a nivel nacional y que exigen políticas diferenciadas.

La ciudad presenta una tasa de mortalidad vial de 50 fallecidos por millón de habitantes, inferior a la media nacional de 96 y provincial de 91, pero muy superior a ciudades como Buenos Aires (34) o urbes europeas. Sin embargo, lo más preocupante no son solo los números, sino las características particulares de estos siniestros.

Más del 65% de los accidentes fatales ocurren durante fines de semana o feriados, y el 70% sucede en horario nocturno o durante la penumbra. Esta concentración temporal contrasta fuertemente con la estadística nacional, donde los siniestros se distribuyen de manera más uniforme entre día y noche. "Esta situación se relaciona con una mayor gravedad de los sucesos, que se podría asociar a la mayor velocidad, peores condiciones ambientales y menor nivel de concentración del usuario", explica el informe.

La geografía del peligro también tiene sus puntos críticos. La Avenida Bustillo concentra 1 de cada 4 fallecidos en siniestros viales, convirtiéndose en la vía más peligrosa de la ciudad con 21 víctimas fatales. Junto con la RN40, ambas arterias concentran casi la mitad de las víctimas fatales dentro del ejido municipal. Le siguen las calles Onelli, Pioneros, Herman, Beschtedt y Esandi, donde se han identificado tramos específicos de alta concentración de siniestros.

El análisis demográfico revela otro patrón preocupante: el 77% de las víctimas son varones, y más del 50% tienen entre 15 y 34 años. Pero lo más significativo es que el 85% de los conductores involucrados en siniestros fatales fueron hombres, con el mismo pico etario entre los 25 y 34 años.

El rol de los usuarios vulnerables es central en la problemática barilochense. El 58% de las víctimas son peatones, ciclistas y motociclistas, mientras que los automovilistas representan el 40% restante. Sin embargo, al analizar la "matriz de colisión" que considera ambas partes involucradas, surge un dato revelador: los vehículos pesados, que representan solo el 1% de las víctimas, están involucrados en 1 de cada 8 fallecimientos, evidenciando el riesgo que generan hacia terceros.

Los mecanismos de los siniestros también presentan particularidades locales. El choque frontal es el más letal (35% de los casos), seguido por atropellos a peatones (28%) y pérdidas de control del vehículo (24%). Esta distribución difiere de los patrones urbanos típicos y se acerca más a características rurales, lo que refleja "la deficiencia de la infraestructura urbana" como factor determinante.

Contrario a lo que muchos residentes creen, la mayor parte de las víctimas son locales. Solo 6 de las 79 víctimas confirmadas eran turistas o no residentes, y entre los involucrados con rol activo (peatones, ciclistas y conductores), menos del 5% eran visitantes. Esto sugiere que las acciones de concientización deben enfocarse principalmente en el usuario local.

El factor velocidad emerge como el denominador común de la mayoría de los siniestros. Un estudio de 2018 detectó que entre el 20% y el 98% de los conductores excedían los límites en distintos puntos de la ciudad, con el pico más alarmante en Avenida Esandi donde el 98% superaba la velocidad permitida. Significativamente, tras la instalación de radares en ese tramo, no se volvieron a registrar siniestros fatales.

Las características geográficas y urbanísticas de Bariloche también influyen en la siniestralidad. Más del 75% de los accidentes fatales ocurren en zonas de baja densidad poblacional (menos de 40 habitantes por hectárea), donde "la expansión en baja densidad fuerza dependencia de los medios de transporte individuales motorizados con viajes diarios recorriendo largas distancias", creando una sucesión de travesías suburbanas que resultan en choques graves.

El informe propone una batería de medidas específicas para abordar esta problemática. La reducción de velocidades máximas a 50 km/h en avenidas y 30 km/h en calles aparece como la intervención más efectiva, ya que "por cada 1% de reducción efectiva de velocidad se produce una disminución en el número de fatalidades de entre el 3 y el 5%".

Otras recomendaciones incluyen la priorización de medios de transporte que generan menor riesgo (peatones, ciclistas, transporte público), la ampliación del sistema de radares hacia los tramos de mayor concentración de siniestros, intervenciones de calmado de tránsito, y la transformación de vías con aspecto de ruta en verdaderas avenidas urbanas.

El estudio también destaca la necesidad de reforzar la educación vial especialmente en conductores menores de 35 años, quienes representan más del 50% de los involucrados en siniestros fatales, e intensificar los controles durante fines de semana y horario nocturno, cuando se concentra la mayor parte de la siniestralidad.

Para Juan del Valle, ingeniero civil autor del informe, "cada muerte evitable es una pérdida importante para la sociedad". El especialista enfatiza que "los siniestros fatales en Bariloche en muchos aspectos no tienen las mismas características que se observan en niveles promedio de todo el país o de la provincia, por lo que es necesario establecer una continuidad en el estudio de las particularidades locales para aplicar medidas específicas".

El informe concluye que, si bien las tendencias generales son alentadoras, la existencia de años con cifras elevadas de víctimas fatales y tendencias débiles para usuarios vulnerables indican que "estamos lejos de lograr el objetivo de cero víctimas fatales y debemos seguir trabajando para mejorar la seguridad vial de nuestra ciudad".

La propuesta final incluye la creación de un observatorio de seguridad vial municipal que permita un seguimiento sistemático del problema y la evaluación de la efectividad de las medidas implementadas, estableciendo así las bases para una política de seguridad vial basada en evidencia y adaptada a las particularidades locales de San Carlos de Bariloche.

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