

Por: Bache3000
El conflicto se originó cuando el año pasado, desde la Comisión de Deportes y Aventura y promovido por la concejal Wallace, se presentó un proyecto para nombrar dos calles públicas como zona de aterrizaje de parapentes. Estas calles, ubicadas en el kilómetro 5 cerca del teleférico en terrenos que pertenecen a tres lotes de la Fundación Furman, actualmente se encuentran cerradas al público y son poco conocidas por la mayoría de los habitantes.
La iniciativa surgió para complementar el sector de despegue situado en la ladera norte del Cerro Otto, que ya cuenta con la aprobación de la ANAC y el correspondiente cajón aéreo homologado. La Asociación de Parapentes, si bien posee lotes en la zona alta para el despegue y un lote en la zona baja, necesitaba un área lo suficientemente amplia para garantizar aterrizajes seguros durante todo el año, considerando las variaciones del viento.
El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la ordenanza que promueve este deporte de aventura, reconociendo su valor turístico, cultural, económico, social y deportivo. Sin embargo, la implementación se vio obstaculizada cuando se descubrió que una de las dos calles destinadas al aterrizaje se encuentra completamente ocupada por construcciones ilegales de la Fundación Furman, mientras que la otra está parcialmente obstruida por construcciones menores, cartelería y pilares.
Como forma de visibilizar el problema, parapentistas y representantes del concejo realizaron una medida de protesta simbólica, aterrizando con parapentes en la calle bloqueada para demostrar que se trata de una vía pública que está siendo ocupada ilegalmente por la fundación.
Dado que se trata de calles que son propiedad municipal, corresponde a la Municipalidad solicitar el desalojo o la demolición directa de estas construcciones ilegales. Como alternativa a esta medida, los promotores del proyecto proponen una sesión de tierras donde se entregue a la fundación la parte del terreno que ya tiene construida, mientras que se libere la zona necesaria para el aterrizaje de parapentes, evitando así que ninguna de las partes tenga que devolver propiedades.
Ahora el concejal Facundo Villalba pretende que se realice un canje para que una actividad turística que crece día a día pueda tener un lugar para aterrizar. "Nadie tiene que devolver nada, pero sí o sí tiene que tener una zona de aterrizaje apta, tal como lo aprobó el concejo deliberante y los parapentistas", declaró Villalba, enfatizando la necesidad de encontrar una solución que beneficie a todas las partes involucradas.
La resolución de este conflicto es fundamental para que los parapentistas puedan contar con una zona de aterrizaje apta y segura, tal como fue aprobado por el Concejo Deliberante, y para que Bariloche pueda seguir desarrollando su potencial como destino de deportes de aventura.