domingo 22 de junio de 2025 - Edición Nº129

Bache Investiga | 21 jun 2025

TODO SIEMPRE MÁS CARO

EL municipio compra cemento en Neuquén, y en Bariloche sale más barato

La Municipalidad de San Carlos de Bariloche gastó más de 26,5 millones de pesos en 90 toneladas de cemento que podría haber adquirido en la ciudad por 2 millones menos. Los documentos oficiales revelan una operación que, entre el producto y el flete desde Zapala, terminó costando 8,3% más que los precios locales disponibles.


Por: Bache3000

Las resoluciones municipales 1143-I-2025 y 1193-I-2025 dan cuenta de una compra que, vista en detalle, expone las distorsiones de un sistema de contrataciones que privilegia proveedores lejanos por sobre la oferta local. El municipio adquirió cemento CPF40 a granel de Loma Negra en su planta de Zapala por 21.297.355 pesos, al que sumó 5.216.310 pesos de flete para trasladar el material hasta Bariloche, totalizando 26.513.665 pesos.

Convertido a la unidad de medida habitual del mercado minorista, cada bolsa de 50 kilogramos le costó al municipio 14.730 pesos. En contraposición, una recorrida por los corralones locales muestra precios que oscilan entre los 11.600 y 13.600 pesos por bolsa, según se puede verificar en comercios como HIZA, Neomat, o PALM, y otras casas de materiales de la ciudad.

La diferencia es contundente: el municipio pagó 1.130 pesos más por bolsa, lo que representa un sobrecosto total de 2.033.665 pesos. Dinero que podría haberse destinado a otras necesidades de la obra pública municipal.

El flete desde Zapala se llevó casi 5,2 millones de pesos por transportar 90 toneladas en tres viajes de 30 toneladas cada uno, contratado a Roberto Carlos Urrutia. Esto representa 1.739 pesos por cada bolsa de cemento sólo en concepto de transporte, un costo que se habría evitado comprando localmente.

La operación resulta particularmente llamativa porque el cemento que adquirió el municipio es de tipo CPF40 (cemento pórtland compuesto con filler), mientras que en el mercado local predomina el CPC40 (cemento pórtland compuesto), que tiene mejores prestaciones técnicas según las normas IRAM y se consigue a menor precio.

Los documentos municipales justifican la compra alegando que Loma Negra tiene "la planta más próxima a Bariloche" en Zapala, lo que "significaría disminuir los costos de transporte del producto como así los tiempos por la cercanía". Sin embargo, los números demuestran exactamente lo contrario: la proximidad relativa de Zapala no compensó el costo adicional del flete.

La modalidad de compra tampoco favoreció al municipio. Loma Negra exige pago adelantado a través de su plataforma "Loma Net", y recién después de acreditado el importe autoriza la entrega en un plazo de 24 a 72 horas. Una operación que, además del costo financiero del anticipo, agrega incertidumbre logística a la obra.

El Departamento de Compras municipal había solicitado cotizaciones a tres empresas: Loma Negra, Cementos Avellaneda y Casa Palm. Sin embargo, según consta en la resolución, sólo respondió Loma Negra, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad del proceso licitatorio.

Para dimensionar el impacto en las arcas municipales, el sobrecosto de 2.033.665 pesos equivale a casi 40% del costo del flete o podría haber financiado la compra de 150 bolsas adicionales de cemento al precio local. En un contexto de restricciones presupuestarias, cada peso mal gastado es un peso menos para otras necesidades de la ciudad.

La compra se enmarcó en el "Programa Integral de Pavimentación" para obras en calle Sobral, un proyecto que por la lógica de proximidad debería haberse nutrido preferentemente de insumos locales (ya que se defeinde el trabjo local, al menos en lo discursivo). El hecho de que una obra municipal termine pagando más por materiales que un constructor privado evidencia fallas en el sistema de compras que merecen revisión.

Mientras el municipio trasladaba cemento desde Neuquén pagando sobrecostos, en Bariloche funcionan distribuidores oficiales de las principales marcas nacionales con stock disponible y precios competitivos. Una paradoja que pone en evidencia la necesidad de revisar los procedimientos de adquisición de insumos para la obra pública.

El caso del cemento desde Zapala ilustra cómo decisiones aparentemente técnicas pueden terminar costando más a los contribuyentes sin beneficios evidentes para la calidad o los plazos de obra. En tiempos donde cada peso del presupuesto municipal debe rendir al máximo, estas distorsiones se vuelven inadmisibles.

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