Por: Bache3000

Los manifestantes, nucleados en la Asociación de Propietarios de Automóviles Taxímetros junto a remiseros, bloquearon con sus vehículos el ingreso al predio de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte para visibilizar su reclamo. La caravana de taxis y remises recorrió las principales arterias de la ciudad, causando demoras en el tránsito y llamando la atención de vecinos y turistas.

Carlos Difranco, referente del sector de propietarios de taxis, manifestó su indignación por la falta de controles efectivos durante la movilización: "Hay operativos en los que no agarran nada y en otros a uno o dos autos. Vemos al intendente diciendo 'las aplicaciones sí', a Tripolatti recomendando 'tomar un Uber para no entrar en alcoholemia', hay cosas que son irrisorias", declaró a mientras la protesta se desarrollaba en el centro de la ciudad.

El dirigente advirtió sobre el deterioro de la situación en puntos neurálgicos: "La parada de Moreno y Palacio se transformó en cualquier cosa, ya no es solo Uber, llega cualquiera y ofrece el servicio. Esto se va a desmadrar y si se desmadra no me hago responsable de la reacción de los muchachos del sector".

 

 

 

 

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La preocupación del gremio se intensifica tras la decisión de Neuquén de aprobar el funcionamiento de aplicaciones de transporte, lo que genera temores sobre una posible replicación de esta medida en Bariloche. Los trabajadores del volante consideran que la falta de controles municipales efectivos, sumada a la presión de la competencia desleal, pone en riesgo su fuente de trabajo.

Pedro Velázquez, jefe de inspectores municipales, reconoció las limitaciones del control durante la tensa reunión que siguió a la protesta: "Seguimos controlando el tema de Uber, incluso este fin de semana tuvimos cinco secuestros. Vamos a intensificar los operativos, pero tenemos poco personal y a veces en el playón no tenemos lugar". El funcionario también denunció la creciente agresividad de quienes trabajan con aplicaciones: "La gente que trabaja en Uber está muy agresiva, dependemos de la policía, los inspectores han sido golpeados".

La medida de fuerza culminó con la redacción de un acta de compromiso por parte de las autoridades municipales. Carlos Catini, director de Tránsito y Transporte, se comprometió a intensificar los controles: "La fiscalización no es solamente a los Uber, sino a todos los que están trasladando personas sin habilitación municipal. Se la vamos a pasar a ustedes", prometió tras la presión ejercida por la movilización. Allí, se ofreci+o firmar una acta de acuerdo para trabajar en forma conjunta.

El petitorio entregado por taxistas y remiseros fue recibido tanto por las utoridades de Tránsito y Transporte como por Fiscalización municipal, mientras la ciudad evidenció la magnitud del conflicto que atraviesa el sector del transporte. La protesta que recorrió Bariloche marca un nuevo capítulo en la disputa por la regulación del transporte urbano, especialmente después de que Neuquén diera luz verde al uso de aplicaciones, una decisión que los trabajadores del volante ven como una amenaza directa que podría replicarse en toda la Patagonia.