Por: Martín Pargade

Con el inicio de la temporada de invierno en Bariloche, el sector turístico enfrenta múltiples desafíos en un contexto económico complejo. Nelson Rasini, secretario general de la Unión de Trabajadores Gastronómicos y Hoteleros de la República Argentina (UTGHRA), analizó la situación actual del gremio y los trabajadores de la región.

—Nelson, ya estamos prácticamente en el invierno y la temporada se ha iniciado. ¿Cómo lo vienen tomando desde el gremio? ¿Cómo está la situación en Bariloche?

—La realidad es que no es que estemos preocupados, pero sabemos que la realidad del país no está pasando por su mejor momento. Nosotros siempre somos privilegiados en nuestra región porque somos el primer destino elegido por los turistas nacionales que lo pueden hacer, que todavía hay varios que lo pueden hacer. Pero la realidad es que preocupa un poco el turismo extranjero.

El turismo extranjero preocupa por tener pisado el dólar, por la realidad que está pasando, lo carísimo que le resulta a un extranjero venir. Siempre van a venir seguramente, pero me parece que las políticas nacionales implementadas para el turismo no están acordes a la situación.

—¿Cómo impactó la eliminación del PreViaje en la región?

—Como no se veía hace varios años, en el último año y medio las bajas se han venido sintiendo mucho. Esto que se había recuperado en algún momento por el PreViaje posibilitaba que toda la región tuviera casi todo un año de trabajo. Pero también no es menos cierto que esa situación fue muy aprovechada por los empresarios, porque fueron muy favorecidos, no solo por los viajes, sino por las quitas en los impuestos y muchos beneficios.

En ese momento nosotros teníamos muy alicaídos nuestros salarios. Muchas veces nos juntábamos con los empresarios para ver si podían darle una ayuda a sus compañeros, más allá de lo que marcaba la paritaria. Por supuesto que siempre hubo negativa de parte de los empresarios.

—Hoy están hablando de sostener el precio del año pasado...

—Me parece que sostener el precio del año pasado, como algunos se comprometieron, se da por una situación de que tenían un sobreprecio impresionante en las regiones turísticas. Lo que están haciendo es ponerse en la realidad de lo que es el país. Pero tuvieron muchas épocas de bonanza, por lo cual hoy no pueden de ninguna manera pensar que el sector de los trabajadores vamos a resignar ni siquiera el plus de temporada como corresponde a los meses de julio y agosto.

—¿Cuál es la situación actual de los trabajadores temporarios?

—El turismo estudiantil cobra plus de pretemporada en julio, agosto, septiembre, octubre y enero. Esto no lo vamos a resignar, más allá de cualquier situación que venga. Nuestro convenio zonal, que es único en el país y que nosotros defendemos, permite que en los ciclos de temporada no pueda haber personal a prueba.

Esto que quiere establecer el gobierno, un período de prueba de ocho o diez meses, realmente es inconcebible, porque en 15 o 20 días el que está en la actividad sabe si el compañero tiene la condición que necesita o no.

—¿Hasta qué altura del mes llega hoy el sueldo de un gastronómico?

—Muy complicado. Nosotros veníamos bastante bien, habíamos recuperado. Logramos hace casi dos años equiparar los salarios básicos, esto permitió tener un 18% más de salario. Hasta diciembre habíamos repuntado bien, a partir de ahí hasta ahora estamos con lo que se firmó en la paritaria pasada.

En mayo tuvimos la paritaria nacional y estaba muy complicado. El gobierno nacional no quiere homologar más allá de un 1,5%, ante una situación donde nosotros en el primer semestre perdimos casi un 15%. Nosotros sostenemos que queremos recuperar eso.

Hoy estamos con un promedio de salario de bolsillo que debe andar en 1 millón 200, 1 millón 300 pesos, que ahora en la temporada por el plus de productividad se acrecienta un poquito más.

—¿Cómo ven el rol de la CGT en este contexto?

—Me extraña mucho la pasividad de la CGT en todo este período, de no haber estado a la altura. Esto no es solo por este gobierno. Yo fui muy crítico con la CGT provincial, por eso tal vez no nos dieron más participación. Dividieron la provincia en tres, lo que hizo que perdamos poder y no sirve para nada.

—Para esta temporada de invierno, ¿tienen previsto llevar adelante operativos con la Secretaría de Trabajo?

—Gracias a Dios, tenemos que reconocer que a partir del segundo período de Anabela Carrera hay funcionarios que realmente funcionan en la provincia. Este año arrancamos el día 14 con una modalidad que va a cambiar un poco. Antes cuando se detectaba alguna irregularidad, te dejaban un plazo que después se pasaba la temporada con intimaciones que no tenían efecto. Hoy van a ir directamente donde no se cumplan las normas y se va a infraccionar.

—En Neuquén la situación es diferente...

—Lamentablemente no hemos podido lograr lo mismo en la parte que nos corresponde de Neuquén: Villa La Angostura, San Martín de los Andes, Junín de los Andes. La oficina de Villa La Angostura está sin operar hace cinco años, sin gente a cargo. Hay un funcionario designado pero no puede tomar audiencias, no hay inspectores.

—¿Cómo se resolvió el conflicto del hotel Selina?

—Fue de público conocimiento cuando la multinacional que tenía alrededor de 150 hoteles en todo el mundo empezó a cerrar. Tomamos la precaución, llamamos a los trabajadores para tenerlos informados. Los 22 o 23 trabajadores que habían quedado en mayo, cuando desaparece quien operaba, quedaron ocupando su lugar de trabajo hasta recibir el telegrama de despido.

Aparece el dueño del establecimiento, el señor Pupo, quien bajo la razón social Meuman había alquilado el establecimiento. Nosotros le dijimos que hasta que no arreglaran con los trabajadores no iban a abrir.

Apareció una nueva empresa con una propuesta traída por el abogado Martín Jiménez, que tiene toda nuestra confianza. Ofrecieron efectividad para todos los trabajadores en su categoría profesional, todo efectivo permanente con tarea continua. También quedó en el acta que todos siguen con la demanda tanto a Selina como al dueño del establecimiento.

—¿Qué garantías adicionales obtuvieron?

—Quedó establecido que en caso de tener un fallo que no sea favorable para el trabajador, va a ser el gremio que responda por los honorarios de abogados. Los trabajadores fueron muy responsables en toda esta situación, cuidaron el hotel y lo entregaron en perfectas condiciones porque no querían manchar su currículum.

La solución fue buena porque de los 22 o 23 trabajadores, solo tres habían conseguido trabajo y no estable. Era una buena alternativa mantener la fuente de trabajo para todos.