Por: Bache3000

Los firmantes expresaron que si bien recibieron "con esperanzadoras expectativas" el llamado a internas convocado por la conducción provincial, consideran que las condiciones establecidas representan "una llamativa actitud cercenante" que limita la participación democrática dentro del peronismo rionegrino.

En el documento, los dirigentes rememoran épocas anteriores donde "hasta 6 listas unificadas por el sistema daban calidad participativa y pleno ejercicio democrático" al partido, destacando que aunque el justicialismo rionegrino históricamente ocupó el segundo lugar en las elecciones, siempre cumplió un rol fundamental como órgano de control de la gestión radical en la provincia.

Los firmantes hacen particular referencia al caso de Bariloche, donde relatan que cuando Carlos Soria pidió que no hubiera internas, la localidad cordillerana se mantuvo como "la única localidad con interna", resultando victoriosa "con Goye por goleada" contra las listas de Pichetto y Costa Bruten. Según describen, lograron este triunfo "sin plata pero con política, contra aparatos importantes".

El comunicado apunta directamente contra lo que denominan "gorditos dueños de la pelota", a quienes acusan de imponer condiciones que privilegian "la vocación de pasar por ventanilla" por encima de la experiencia, capacidad y vocación de ganar. Los dirigentes sostienen que estas restricciones afectan especialmente a candidatos como Osvaldo Nemirovsci y a su propio grupo.

A pesar de las críticas, los firmantes aseguran que "no cejaremos en nuestra demanda" y justifican su posición afirmando que "está en juego nuestro futuro como nación y como provincia", en referencia a lo que califican como "la disolución de la Patria".

El comunicado concluye con un llamado a la militancia y simpatizantes justicialistas, así como a "los rionegrinos de bien", para que exijan transparencia en el proceso interno del partido.

Esta polémica se inscribe en el marco de las tensiones internas que atraviesa el Partido Justicialista de Río Negro, donde diferentes sectores disputan el control de la estructura partidaria de cara a los próximos compromisos electorales.