

Por: Bache3000
Las imágenes muestran a un hombre profiriendo insultos y expresiones discriminatorias hacia los visitantes. "Pelotudo", "imbécil", "no tenés cerebro", les gritó en un arrebato de furia, para luego escalar hacia agresiones de carácter xenófobo: "volvete a tu país". El agresor también hizo referencias despectivas hacia Paraguay, insultando a los turistas con expresiones como "hija de puta" y otros términos denigrantes. El incidente, que duró varios minutos, habría comenzado por una discusión menor pero escaló rápidamente hacia esta violencia verbal extrema.
La situación resulta particularmente dolorosa para una ciudad como San Carlos de Bariloche, cuya identidad misma se forjó en la inmigración. La historia de esta ciudad patagónica está profundamente entrelazada con los movimientos migratorios que la moldearon: primero los pueblos originarios que habitaban la región, luego la inmigración chilena que sentó las bases de muchos de sus barrios, y posteriormente la europea que le dio gran parte de su fisonomía arquitectónica y cultural actual.
Más allá del aspecto histórico, el incidente adquiere una dimensión económica preocupante. Bariloche vive fundamentalmente del turismo, y son precisamente los visitantes extranjeros una parte sustancial de quienes sostienen la economía local. Hoteles, restaurantes, comercios, servicios turísticos y actividades recreativas dependen en gran medida de este flujo constante de turistas internacionales.
Bariloche es, por definición, una ciudad multicultural donde conviven descendientes de inmigrantes de diversas nacionalidades con comunidades originarias y migrantes internos de distintas provincias argentinas.
El episodio ha generado un amplio repudio en redes sociales y entre los sectores turísticos de la ciudad. Muchos destacan que episodios como este no solo dañan la imagen de la ciudad, sino que van contra la esencia misma de lo que Bariloche representa.
El incidente en Cerro Catedral abre una oportunidad para reflexionar sobre los valores de convivencia y hospitalidad que han caracterizado históricamente a Bariloche. En una ciudad construida por y para la diversidad, episodios como este representan una contradicción fundamental con su identidad y su futuro económico.