

Por: Martín Pargade
Evelyn, referente de vecinos autoconvocados, describe la situación desde el lugar: "Hoy fue un día especial, hoy se abrió un poquito más tarde, pero la gente hubo gente que vino muy enojada a atacar a los médicos. Estamos pidiendo por favor que vengan tranquilos. Amenazaron a una de las doctoras". La tensión escaló hasta el punto donde el personal médico recibió amenazas por parte de usuarios desesperados ante la falta de información clara.
La desorganización fue evidente desde el primer momento. "Los médicos están haciendo lo que pueden en el lugar que pueden", explica Evelyn, quien destaca que el personal sanitario mostró predisposición para atender "hasta el último" pese a las circunstancias adversas. Sin embargo, la ausencia de autoridades municipales se hizo sentir: "La persona que está a cargo de dirección, que está ausente hoy nuevamente... desde que llegué a las 16:00 h de la tarde, no todavía no la encuentro", expresó una de las danmificadas, en relación a Rocío Godoy, la responsable de discapacidad del municipio.
Los testimonios de quienes debieron someterse a estos controles reflejan el sufrimiento humano detrás de la desorganización administrativa. Daniel, un vecino con múltiples discapacidades, esperaba en silla de ruedas: "Ahora ya estoy cansado porque estoy en silla de ruedas, me duele mucho la espalda. Hace como 2 horas que estoy esperando".
Su hermana Nieves fue más contundente en su crítica: "Le amputaron una pierna, le extrajeron un ojo tiene diabetes que se hace diálisis y hace 2 horas y más que estamos esperando. O sea, yo lo que nos cuesta venir a buscarlo, traerlo no es no es humano, esto no es humano". La mujer denunció que no se respetó la prioridad para personas en silla de ruedas y cuestionó las condiciones: "Estamos todos amontonados en un pasillo con todas las problemáticas que tiene una persona como la que es de mi hermano y vaya a saber cuántos otros a exponernos a otra clase de virus".
La falta de información previa agravó la situación. Camila, que acompañaba a su madre, relata: "Primero que no había mucha información. Yo vine al hospital, no sabían qué decirme en el hospital fui a anses, no sabían qué decirme en anses siempre he estado preséntate. Pero no, no sabía muy bien como para qué era o para qué o qué lugar o quiénes eran que venían".
Los vecinos autoconvocados tuvieron que asumir funciones que correspondían a la administración municipal. Evelyn cuenta cómo debieron coordinar para personas del río Villegas que no fueron notificadas: "Nosotras, con Cindy, Claudia, empezamos a mover todos los hilos para conseguir los números de teléfono de los comisionados del foxel toda esa zona y le pasamos el listado de personas que tenían que estar ayer aquí". Esta situación obligó a reprogramar atenciones para el viernes.
El trabajo voluntario se extendió más allá de la coordinación básica. Los vecinos asistieron a personas con dificultades tecnológicas: "Había mucha gente, por ejemplo, muchas personas que no sabían cómo sacar el turno después en anses que hay que escanear un código, entrar por una página, eh, poner el número de cuil y estuvimos ayudando muchísimo a muchísimas personas".
La crítica hacia Rocío Godoy, directora de discapacidad del municipio, es transversal. Evelyn es clara: "Lamentable tener que hablar de esta forma de la dirección de discapacidad del municipio porque está ausente en todo sentido. No vemos que no hay ningún tipo de representante. O por lo menos que coordine que contenga que ayude".
Los vecinos reconocen que inicialmente recibieron información errónea de parte de la funcionaria: "El tema nuestro con Rocío no lo tomé como algo personal, la verdad que no fue ella quien al principio nos dio informaciones que en las cuales nosotros salimos a decirlas era el día a día, el boca a boca y porque no teníamos información de la gente de antes. Resultó ser todo lo contrario".
Pese al caos administrativo, los médicos lograron transmitir tranquilidad sobre el futuro de las pensiones: "Como nos comunicaron ayer los médicos, nadie va a perder la pensión. El tema es que si se presentan y no tienen los papeles, lo van a volver a citar más adelante".
La situación evidencia una profunda desconexión entre las necesidades de las personas con discapacidad y la capacidad de respuesta del Estado municipal. Mientras las autoridades brillaron por su ausencia, fueron los propios vecinos quienes asumieron la responsabilidad de contener, informar y coordinar lo que debería haber sido un procedimiento administrativo rutinario.
Los testimonios recopilados muestran que detrás de cada expediente hay personas con realidades complejas que merecen un trato digno y eficiente. El contraste entre la dedicación del personal médico y la ausencia de coordinación municipal deja al descubierto las falencias estructurales en la atención a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.