

Por: Bache3000
Los comentarios en la redes de Bache3000 se multiplican. Los colectivos se rompen constantemente, no cumplen con los horarios y a más de un vecino “los caídos” le complicaron la vida: no llegar a horario al trabajo, a visitar a un familiar o simplemente trasladarse al lugar que le de la gana. Lamentablemente, si no sos usuario del transporte, es un tema que te pasa por al lado, tal vez no sea malicia sino propia ignorancia. Por ahí tocás de oído o cuando ves algún colectivo en la banquina confirmas: “se rompió otro bondi”.
El tema, como sabemos, es complejo. No es una tarea sencilla. Sin embargo, los platos rotos siempre lo pagan los vecinos. “Yo sinceramente no sé qué hacen con el dinero que supuestamente tienen para arreglar los colectivos. Una vez más la línea 81 se quedó sin frenos en el muni 2”, publicó una mujer indignada. Y cómo no va a estar indignada si el servicio te desorganiza la vida.
Esta semana se oficializó el referendum de la gestión naranja. El proyecto tiene diez puntos donde faltan temas cruciales para el ciudadano de a pie. Además de no contemplar un tema tan sensible como el servicio de Tranporte Urbano de Pasajeros tampoco está una posible solución al Vertedero municipal, que ayer viernes volvió a prenderse fuego, generando un humo insoportable y malo para la salud. Ni hablar de los temas que ya están judicializados, como el conflicto con la dirigencia del Soyem y los pinos de la costanera.
En este marco, algunos puntos carecen de coherencia. Por ejemplo en el punto 8 se propone “avanzar con la construcción del natatorio olímpico municipal, de acceso público”. El Ejecutivo ya avanzó sobre este tema y no consultó a nadie. A fines de mayo, Walter Cortés informó con bombos y platillos la creación del natatorio en un terreno ubicado en playa centenario. En suma, fue el propio Intendente que en el acto por el Día de la Independencia resaltó que ya estaba en marcha el proyecto de la mega pileta.
“Una vergüenza que vivan subiendo el transporte y sean esto”
La gente no come vidrio. Se da cuenta que el boleto continúa subiendo y el servicio se deteriora todos los días, un poco más. El último aumento se realizó hace un mes y dejó el boleto mínimo, con el 25% de descuento residente, a $1.421,32. Sin el descuento local la tarifa sube a $1.895,10 y se ubica como el boleto más caro del país.
En la actualidad, la flota de colectivos que circula en la ciudad no supera las setenta unidades. Todo esto en la previa a dos semanas importantísimas para el turismo. Se puede prever que algunos coches se destinarán a cubrir esta demanda.
Por supuesto que los vecinos lo pagan, tienen que trasladarse. No tienen otra opción. “¿Por qué no se ponen de acuerdo todos los usuarios de Mi Bus y van a las oficinas a presionar para mejorar el servicio?”, contestó un vecino a la bronca reflejada en varias historias de Instagram.
La realidad es que el cansancio es mucho. Lejos quedaron las audiencias públicas colmadas de participación ciudadana por el aumento de la tarifa. Lo vecinos iban, se sacaban la bronca y todo quedaba en la nada. ¿Te gustaría que las audiencias públicas sean vinculantes? Esa sería una buena pregunta para el referendum y ayudaría a la democracia directa.
“El 9 de noviembre ustedes se van a convertir en los dueños de la ciudad y van a decidir con un plebiscito lo que quieren y lo que no quieren para Bariloche”, insistió Cortés el 9 de julio. ¿Cómo podemos mejorar el servicio del TUP? ¿No es responsabilidad de la clase política dar opciones a la población? Los vecinos ya le ponen el pecho todos los días.