Por: Bache3000

Los hechos se desencadenaron cuando Walter Peña fue señalado presuntamente como autor de una violación, lo que derivó en una discusión que escaló hasta convertirse en una pelea armada. En el enfrentamiento, los hermanos Hernández efectuaron disparos contra Peña, quien resultó herido pero no de gravedad.

Ambos agresores fueron detenidos el sábado pasado, aunque recuperaron la libertad tras la audiencia de formalización. Sin embargo, Mauricio Hernández tiene prohibición de salir del país mientras dure la investigación penal en su contra. Queda por resolver lo que hará el municipio con la situación vinculada al cargo que ostenta como Delgado de Lago Moreno, o si le permitirá continuar en funciones.

El caso presenta varias aristas llamativas. Por un lado, la carátula de "lesiones leves en riña con uso de arma de fuego" contrasta con la gravedad de los hechos, considerando que se efectuaron tres disparos contra la víctima. Por otro, Mauro Hernández se desempeña como funcionario municipal en el cargo de Delegado de Lago Moreno, lo que añade un componente institucional al episodio. El fiscal señaló que la cuasa podría ser modificada en el transcurso de la investigación, que durará aproximadamente 4 meses.

La Fiscalía analiza además la posibilidad de abrir una causa separada por tenencia ilegal de armas de fuego, dado que los imputados portaban armamento durante el incidente. Esta investigación complementaria podría agravar la situación procesal de los hermanos Hernández.

Paralelamente, el Ministerio Público inició una investigación independiente sobre la presunta violación que habría sido el detonante original del conflicto. Esta segunda causa busca esclarecer los hechos que motivaron la confrontación que terminó a balazos en Brown.

Walter Peña, quien recibió los disparos, también quedó en libertad tras las actuaciones judiciales, aunque presenta antecedentes penales previos. Su situación procesal se encuentra bajo análisis en el marco de ambas investigaciones que se desarrollan de manera simultánea.

El episodio pone en evidencia la escalada de violencia en conflictos vecinales y plantea interrogantes sobre el acceso a armas de fuego por parte de civiles, especialmente cuando uno de los involucrados ejerce funciones en el ámbito municipal.

En la casa (que funciona como lugar de venta de bebidas) se encontraron armas "tumberas" que fueron secuestradas y ahora son peritadas.