

Por: Bache3000
"Hoy ya se que la atención fue de 8 a 17 horas. Ya está más coordinado, ahora la gente ya no está tan alterada", explicó la doctora sobre el clima que se vive en el hospital tras los primeros días de confusión. "Al principio la gente estaba muy alterada porque no sabían bien qué iba a pasar, pero ahora como ya saben que vienen, concurren, saben que los vamos a atender".
La profesional aclaró un punto importante sobre la procedencia del equipo médico: "Nosotros somos contratados por el Hospital Italiano, no vinimos de Buenos Aires como se dijo al principio. Son profesionales de diferentes partes de la provincia". Esta información había generado confusión inicial, ya que en los medios se mencionaba que venían especialistas desde Buenos Aires.
Respecto a la desinformación que se generó en torno a la auditoría, la doctora señaló: "Bariloche fue la ciudad que más desinformación tuvo. Había una información que señalaba que desde la dirección de discapacidad tenían conocimiento de esta auditoría hace un mes atrás, pero la gente no sabía bien dónde tenían que ir, incluso hubo cambio de lugar".
El proceso inicialmente iba a realizarse en una cabaña turística en el kilómetro 6, pero fue trasladado al Hospital Zonal por no contar con las condiciones adecuadas. "No tenían las condiciones, no había rampa, extintores, y era muy alejado para las personas. Era una cabaña turística, no estaba preparada como consultorio", explicó.
La doctora detalló que el trabajo consiste principalmente en revisar documentación: "Acá estamos en un consultorio, pero como usted ve, es de papeles nomás, no se revisa a las personas físicamente". Sin embargo, aclaró que en algunos casos las personas con discapacidad deben estar presentes, lo que representa una dificultad adicional para quienes tienen problemas de movilidad.
Uno de los aspectos más críticos del proceso es que muchos beneficiarios podrían perder la pensión por no presentar la documentación requerida o no cumplir con controles médicos. "Hay personas que están que tienen una discapacidad, por ejemplo EPOC, una enfermedad respiratoria, y no tienen controles en 5 años, sin medicación. Hay mucha gente que me ha dicho 'no, yo hace años que no me controlo'", contó la médica.
La doctora explicó que ahora los requisitos son más estrictos: "En una época se las daban sin tantos requisitos. Ahora usted tiene que presentar laboratorio, si es diabético tiene que presentar glucemia, hemoglobina glucosilada, estudios. No puede venir y decirme 'sí, yo soy diabético' sin corroborar el diagnóstico".
El proceso es particularmente duro para personas en situación de vulnerabilidad. "Toda la gente que he visto es gente muy, muy humilde, viven como quien dice colgados de la luz, no tienen calefacción. Hay mucha gente en situación de calle que vienen con figura de apoyo, con trabajadores sociales", describió.
La pensión por discapacidad, que actualmente es de 300.000 pesos, representa para muchas familias el único ingreso. "Por ahí te he visto pensionistas que pagan la luz y el gas, que a veces son 170.000 pesos entre las dos cuentas", señaló la doctora.
Durante la entrevista, la médica también reveló situaciones particulares que se han detectado: "Ha pasado que ha habido personas que han fallecido y siguen cobrando porque alguien era apoderado o figura de apoyo". En estos casos, explicó, los familiares deben dar de baja el beneficio o el Estado debe hacerlo automáticamente.
La auditoría continuará hasta agosto en el Hospital Zonal, donde según la doctora han encontrado muy buena predisposición: "El director siempre tuvo la predisposición de darnos un espacio y todo el personal nos ha tratado súper bien".
"Esto es un censo para renovar, ver si la persona sigue necesitando el beneficio", concluyó la doctora Macy, quien reconoció que el trabajo es agotador no solo físicamente sino emocionalmente: "Esto cansa porque tenemos que estar y escuchar a las personas, se ve que tienen tantas ganas de hablar y son problemáticas muy complejas las que escuchamos".