

Por: Bache3000
El 20 de marzo, el Concejo Municipal aprobó por unanimidad la Ordenanza 3491-CM-25, que extiende los plazos del comodato original y obliga a la Municipalidad a trasladar la delegación que funciona irregularmente en el lote 19-1-T 0616 -018-0000. La ordenanza fue recepcionada por el Departamento Ejecutivo el 27 de marzo de 2025 y posteriormente promulgada por el Intendente Municipal el 11 de abril mediante la Resolución Nº 0000665-I-2025.
Sin embargo, transcurridos los tres meses establecidos como plazo desde su aprobación, la situación no solo permanece igual, sino que se agrava día a día. La promulgación oficial por parte del Ejecutivo Municipal hace aún más inexcusable el incumplimiento, ya que no puede alegarse desconocimiento de la normativa.
El edil Leandro Costa Brutten ha convertido en una rutina la presentación de informes cada 20 días al Ejecutivo Municipal, advirtiendo sobre el incumplimiento de la ordenanza y la posibilidad de que los responsables sean denunciados judicialmente. En su último pedido de informe (Nº 112/25), Costa Brutten plantea preguntas específicas sobre las gestiones iniciadas para el traslado, la identificación de nuevos espacios para la reubicación, y si existe un cronograma formal en curso para dar cumplimiento a la normativa.
Sus pedidos de informes y notas de queja se acumulan en los escritorios municipales, pero las máquinas siguen rugiendo cada amanecer en Villa Los Coihues. La situación se vuelve más paradójica cuando se considera que la resolución de promulgación fue refrendada por el Secretario de Obras y Servicios Públicos, la Secretaria de Planeamiento Territorial y la Secretaria Legal y Técnica, es decir, las mismas áreas que deberían estar ejecutando el traslado.
La historia de este conflicto se remonta años atrás, cuando un predio destinado originalmente para actividades de adultos mayores y vecinales fue "usurpado" por la Municipalidad sin ningún trámite administrativo que avalara su ocupación. La delegación se instaló de un día para otro, incluso conectándose ilegalmente a los servicios públicos del lugar.
Lo que más llama la atención es que la propia gestión municipal acompañó la ordenanza que obliga al traslado. Los concejales oficialistas votaron junto a la oposición para devolver el predio a los vecinos, reconociendo implícitamente la irregularidad de la situación. Posteriormente, el mismo Intendente que ahora incumple la norma la promulgó oficialmente, comprometiéndose a que se "cúmplase de conformidad".
Los vecinos denuncian que no hay señales de que la Municipalidad tenga intención de abandonar el lugar. Las tareas de limpieza, acondicionamiento de espacios públicos, mantenimiento de calles y recolección de residuos forestales continúan operando desde ese predio, con equipos que deben intervenir "en cualquier horario, incluso fuera de la jornada habitual si fuera necesario", según reconoce el propio municipio en documentos oficiales.
Costa Brutten ha sido claro en sus presentaciones: el pedido busca dar seguimiento institucional y comunitario al cumplimiento de la normativa vigente. En su comunicación dirigida al Presidente del Concejo Municipal, Gerardo Del Rio, cuestiona específicamente si se han actualizado los términos del comodato con la Junta Vecinal de Villa Los Coihues y la Policía de Río Negro, y qué mecanismos institucionales se están llevando adelante para fortalecer el uso comunitario del predio.
Sin embargo, sus gestiones chocan contra una pared de indiferencia municipal que parece decidida a hacer oídos sordos a una ordenanza que ellos mismos votaron y promulgaron. La contradicción es flagrante: el mismo gobierno que firmó la resolución para que la ordenanza se "cúmplase de conformidad" es el que sistemáticamente la incumple.
Los vecinos del barrio, mientras tanto, continúan padeciendo los ruidos matutinos, los inconvenientes del tránsito pesado y la pérdida de un espacio que les pertenecía por derecho. Su paciencia se agota al mismo ritmo que se acumulan las presentaciones del edil en los cajones del Ejecutivo Municipal.
La pregunta que flota en el aire de Villa Los Coihues es simple pero contundente: ¿para qué sirve una ordenanza promulgada oficialmente si la propia administración que la votó y promulgó se niega a cumplirla? Los vecinos esperan una respuesta, pero por ahora solo reciben el rugido de las máquinas cada madrugada.