domingo 03 de agosto de 2025 - Edición Nº171

El Bardo de Siempre | 2 ago 2025

MÁS FÁCIL ES IR AL EVEREST

((VIDEO) Veredas del Hospital Zonal: intransitables y sin accesibilidad

El acceso al Hospital Zonal de Bariloche se ha convertido en un verdadero desafío para pacientes y visitantes debido al estado deplorable de las veredas que rodean el establecimiento de salud. Un recorrido por el lugar evidencia las múltiples dificultades que enfrentan diariamente quienes necesitan llegar al centro hospitalario.


Por: Martín Pargade

El camino desde la calle Otto Goedecke hasta la puerta principal del hospital presenta una serie de obstáculos que ponen en riesgo la seguridad de los transeúntes. Las piedras lajas que conforman el pavimento se encuentran sueltas y fuera de lugar, creando superficies irregulares que obligan a caminar con extrema precaución. Los charcos de gran tamaño se suman a esta problemática, especialmente durante los días de lluvia.

La situación se torna aún más grave al considerar a las personas con movilidad reducida. Para alguien en silla de ruedas, el trayecto resulta prácticamente imposible de transitar, lo que plantea serios interrogantes sobre la accesibilidad a un servicio de salud público. Esta barrera arquitectónica contradice los principios básicos de inclusión y derecho a la salud.

Las familias que concurren al hospital con niños pequeños también enfrentan riesgos considerables. Los menores, que naturalmente requieren mayor supervisión, pueden tropezar fácilmente con las piedras desniveladas o los baches que caracterizan el recorrido. La atención constante que demanda navegar por estas veredas en mal estado genera una tensión adicional en momentos ya de por sí estresantes para quienes buscan atención médica.

Durante los meses de invierno, cuando las heladas hacen que el suelo sea más resbaladizo, las condiciones se agravan considerablemente. El hielo sobre las superficies irregulares multiplica el riesgo de caídas y accidentes, convirtiendo el simple acto de llegar al hospital en una verdadera odisea.

Uno de los puntos más críticos se encuentra en el último tramo antes de llegar al ingreso principal, donde un bache de considerables dimensiones obliga a los peatones a realizar maniobras esquivas para evitar tropezar. Esta situación es particularmente peligrosa durante las horas de menor visibilidad.

El contraste es evidente al llegar finalmente al área inmediata del hospital, donde la vereda presenta mejores condiciones. Sin embargo, este pequeño tramo no compensa el recorrido previo que debe realizarse para acceder al establecimiento.

La problemática no es solo una cuestión de comodidad, sino de derechos fundamentales. El acceso a la salud no debería estar condicionado por barreras físicas evitables. La situación actual discrimina especialmente a personas mayores, con discapacidades, o con problemas de movilidad, quienes ven limitado su derecho a recibir atención médica adecuada.

Esta realidad exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes. La refacción integral de las veredas no es solo una mejora urbana necesaria, sino una medida urgente de salud pública y inclusión social. Mientras tanto, cada día que pasa, decenas de personas continúan arriesgando su integridad física simplemente por intentar acceder a servicios de salud en el principal hospital público de San Carlos de Bariloche.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias