lunes 04 de agosto de 2025 - Edición Nº172

Memazos | 3 ago 2025

SE PINTÓ TODO DE BLANCO

El cielo se despeja pero el pronóstico sigue siendo: jodete

El cielo se despeja ahora, claro, porque así es esta maldita ciudad. Te despertás y hay un metro de nieve tapando tu auto, tapando tu vida, tapando todo lo que creías que tenías bajo control. Bariloche te hace eso: te recuerda que no controlás nada. Pero acá estamos, esperando el parte de Defensa Civil. Hasta ahora, lo mismo de siempre: Paso Cardenal Samoré cerrado, las calles con circulación pero resbaladizas. Los colectivos pasan.


Por: Bache3000

Las calles están hechas mierda, obviamente. Hielo por todos lados y tipos en overoles municipales haciendo lo que pueden para arreglar lo que la naturaleza decidió romper esta madrugada. Los colectivos andan, milagrosamente, por Bustillo y Pioneros, como borrachos tratando de caminar derecho después de una noche larga.

Los autos parecen fantasmas blancos estacionados en las calles. Algunos vecinos ya salieron con palas, esa batalla perdida contra el invierno que todos libramos cada año. Otros, los más sabios, se quedaron adentro con un café y mirando por la ventana, sabiendo que la nieve va a ganar de todas formas.

El Paso Samoré está abierto, aunque no lo crean. Los chilenos ya nos esperan con nuestras billeteras. Pero hay que salir con ciudado. El clima no negocia con fronteras ni con planes de domingo. Te caga cuando quiere.

La municipalidad mandó un comunicado bonito, formal, diciéndole a la gente que use cadenas y no salga si no es necesario. Como si alguien fuera a salir por gusto con este tiempo horrible. Pero la gente sale igual, porque somos así de tercos.

El cielo se está limpiando ahora mismo, sí, pero esto es Bariloche en pleno invierno. El clima acá cambia como el humor de una pareja que no se quiere más. En dos horas puede estar nevando otra vez, o puede salir el sol y derretir todo como si nada hubiera pasado.

Los turistas que llegaron ayer deben estar contentos: vinieron por la postal y la postal se las dio gratis, con nieve hasta las rodillas. Los que vivimos acá sabemos que esto es solo el comienzo. Agosto recién empieza y el invierno patagónico no tiene piedad.

Así que ahí están los barilochenses, paleando nieve, manejando como viejitas, puteando al clima y al municipio por igual. Pero también sacando fotos, porque al final todos somos un poco turistas de nuestra propia desgracia.

La nieve cae, la nieve se va, y nosotros seguimos acá, esperando a ver qué carajo se le ocurre hacer al clima mañana.

 

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