Por: Bache3000

La Junta Vecinal de Villa Lago Gutiérrez expresó su preocupación por la forma en que se iniciaron los trabajos de mejoramiento en la transitada avenida. "La junta vecinal en ningún momento ha recibido información alguna de parte del municipio, pese a los reiterados reclamos elevados", señalaron en un comunicado oficial.

El principal conflicto surge por el desvío de vehículos de gran porte hacia el centro de tres barrios a través de arterias que, según los vecinos, no reúnen las condiciones adecuadas para este tipo de tránsito. La Junta considera que estos vehículos deberían circular por la Ruta 82 en lugar de atravesar los barrios residenciales.

Los residentes se encuentran en una situación de total incertidumbre. "Todos estamos en la duda de qué pasa con la calle Virreina", comentó una vecina, quien además expresó su preocupación por el funcionamiento de la línea de colectivo 41, la única que conecta la zona con el resto de la ciudad. "No sabemos si sigue su recorrido habitual o hizo un desvío", agregó.

La falta de comunicación oficial se ve agravada por problemas de señalización. La intersección de Ruta 40 y Avenida Virreina permanece cerrada al tránsito con un vallado municipal que carece de la señalización e iluminación correspondiente, lo que genera riesgos adicionales para los conductores.

"Fue como que llegaron un día y vinieron a trabajar y ya fue", describió un residente sobre el inicio de las obras, que tomó por sorpresa a los habitantes de Reina Mora, Villa Gutiérrez, Entre Cerros y Lomas del Cauquén.

Sin embargo, no todo son malas noticias para la zona. Esta semana los vecinos recibieron una noticia muy esperada: el intendente firmó para iniciar las obras de gas natural que reclaman desde hace años. Este proyecto había estado a punto de concretarse en diciembre de 2023, cuando el municipio debía aportar el dinero faltante para que las obras comenzaran.

En ese momento, el intendente Walter Cortés, recién asumido, decidió no poner los 500 millones de pesos requeridos y expresó que consideraba todo eso como "negocios mal habidos", lo que llevó a la caída del proyecto. Ahora, las obras finalmente se iniciarán, aunque con un costo varios veces superior al inicial.

"Era muy raro, porque el dinero no lo pone la municipalidad sino los vecinos, ellos lo único que hacen en todo esto es adelantar el dinero, y las obras las hace la empresa", explicó un vecino del lugar. De hecho, algunos residentes ya habían comenzado a realizar los pagos correspondientes cuando el proyecto se suspendió.

La situación refleja una problemática más amplia en la gestión municipal: mientras los vecinos celebran que finalmente tendrán acceso al gas natural, cuestionan la falta de planificación y comunicación en otras obras que afectan directamente su calidad de vida cotidiana.