

Por: Bache3000
Este lunes 1° de septiembre se cumplen 23 años de una de las tragedias más dolorosas en la historia de Bariloche: la avalancha del Cerro Ventana que en 2002 segó la vida de nueve estudiantes de la carrera de Educación Física del Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB) de la Universidad Nacional del Comahue.
Los nombres de las víctimas de esta tragedia permanecen grabados en la memoria colectiva local: Mario Sebastián Tapia, Antonio Humberto Díaz, Adrián Mercado, Oscar Fabricio Vaccari, María Gimena López, Gimena Solange Padín, Roberto Arturo Montero, Martín Sebastián Lemos y Paolo Jesús Machello. Nueve vecinos cuyas vidas se truncaron en plena juventud, pero cuyo recuerdo sigue vivo en cada acto conmemorativo y en el compromiso de la comunidad educativa por honrar su memoria.
La tragedia ocurrió durante una práctica de montaña en la ladera del cerro, cuando una avalancha sorprendió al grupo de jóvenes universitarios. El hecho conmocionó profundamente a la comunidad barilochense y dejó una herida imborrable en las familias, compañeros y profesores de las víctimas.
Para mantener viva la memoria de los jóvenes fallecidos, la comunidad educativa organizó una emotiva jornada conmemorativa que se desarrolló en dos espacios emblemáticos.
A las 12:30, en el Patio del Recuerdo del CRUB (Quintral 1250), se realizó una ofrenda floral y se inauguró un mural artístico diseñado por la artista Lili D'Urzo, con la participación de estudiantes de la camada 2002. Este espacio cuenta con placas que honran la memoria de cada uno de los jóvenes que perdieron la vida en aquella trágica jornada.
La conmemoración continuó desde las 14:00 en la Escuela Primaria N.º 329 del barrio Pilar II, donde se llevaron a cabo actividades de Proyectos de Extensión del CRUB junto a alumnos de la institución. Esta escuela tiene un significado especial en la historia de la tragedia, ya que funcionó como base de operaciones para los rescates y centro de contención para las familias afectadas.
El vínculo entre la universidad y la escuela se formalizó en 2013, cuando el CRUB asumió el padrinazgo de la institución, manteniendo desde entonces actividades conjuntas que fortalecen los lazos comunitarios nacidos de aquella dolorosa experiencia.
Asimismo, la tragedia del Cerro Ventana marcó un antes y un después en los protocolos de seguridad para las prácticas en montaña del CRUB. La catástrofe obligó a reforzar la formación en medidas preventivas y el cuidado de los estudiantes, implementando nuevos procedimientos que buscan evitar que una tragedia similar vuelva a repetirse.