

Por: Bache3000
El desarrollo urbanístico que la Municipalidad de San Carlos de Bariloche acaba de aprobar por unanimidad tiene todas las características de esos proyectos que suenan bien en los comunicados de prensa pero que uno no puede evitar mirar con cierto escepticismo, como cuando te prometen que esta vez sí va a ser diferente. "Terrazas del Este" se llama, y ya el nombre sugiere algo así como un futuro luminoso en las alturas, aunque esté ubicado en una zona que hasta hace poco era campo nomás, cerca de la Ruta 40 y Héroes de Malvinas.
El intendente Walter Cortés puede estar contento: 423 parcelas unifamiliares, 5 mixtas, 113 lotes sociales con infraestructura completa, espacio verde, reserva fiscal, playón deportivo y hasta una parcela para el Hogar Emaús. Todo muy prolijo en el papel, todo muy ordenado. La desarrolladora Laura Fenoglio se encargará de las obras, dicen, y prometen que los terrenos llegarán "totalmente urbanizados" con alumbrado LED, energía eléctrica, caminos consolidados y una planta potabilizadora. Porque el agua, claro, siempre es un tema en estas ciudades que crecen a los empujones.
Lo curioso es que cuando Cortés hacía campaña hablaba de "2 mil lotes" que ya tenía listos para resolver la crisis habitacional que Bariloche arrastra desde hace años. Ahora, casi dos años después, puede mostrar tres proyectos que suman 520 lotes sociales. No está mal, pero tampoco es exactamente lo que se había prometido. Y por supuesto, aquella promesa de lotes a 30 mil pesos quedó archivada en algún cajón de buenas intenciones.
Con "Terrazas del Este" se completa una suerte de trilogía: antes fueron 304 lotes del "Nuevo Bariloche", después 103 de "Brisas del Nahuel", y ahora estos 113. Todos aprobados por el Concejo Deliberante, todos sin referéndum, todos con nombres que evocan panoramas idílicos. La suma da 520, que no es poca cosa en una ciudad donde conseguir un pedazo de tierra se ha vuelto una odisea para la mayoría.
El proyecto se enmarca en la Emergencia Habitacional que sancionó la ordenanza 3443, porque cuando las cosas se ponen difíciles siempre es bueno decretar que estamos en emergencia. Los lotes irán al Banco de Tierras Municipal y el Instituto Municipal de Tierra y Vivienda se encargará de la adjudicación "a través de procesos transparentes", prometen. Transparentes como el agua que saldrá de esa planta potabilizadora.
Mientras tanto, en esta ciudad que se extiende entre lagos y montañas, que atrae turistas de todo el mundo y que a la vez expulsa a sus propios habitantes hacia la periferia por los precios imposibles, se sigue construyendo hacia el este, hacia donde hay lugar. Terrazas del Este, como si fuera un barrio de clase media aspiracional en lugar de lo que es: una respuesta tardía y parcial a un problema que viene creciendo hace años.
El Concejo aprobó por unanimidad, lo que siempre es sospechoso. Cuando todos están de acuerdo es porque o el proyecto es realmente bueno o porque nadie quiere hacerse cargo de oponerse a algo que suena a solución.
Ahora habrá que ver si esos lotes efectivamente se entregan, si la infraestructura prometida llega, si los precios son accesibles para quienes realmente los necesitan. La ciudad está plagada de casos que dicen lo contario. La planificación urbana quedará para otro momento. Porque entre el comunicado de prensa y la realidad suele haber una distancia considerable, sobre todo cuando se trata de vivienda social en una ciudad turística donde el suelo vale oro.
Por ahora, Cortés puede decir que cumple, al menos en parte. Quinientos veinte lotes no resuelven el problema habitacional de Bariloche. Por que el problema no sólo es la cantiddad de tierra, sino el techo, las parades, y los servicios. El tema también, es si realmente beneficia a quienes más lo necesitan. Esas son las preguntas que los comunicados nunca responden y que solo el tiempo dirá.