

Por: Bache3000
La decisión judicial, firmada por los jueces Carlos Pose y Gabriela Alejandra Vázquez, llegó como un balde de agua fría para Rasini y los militantes de la Lista Blanca, quienes habían cerrado su campaña con gran entusiasmo. Durante una entrevista tras la caravana que recorrió las calles barilochenses, el dirigente había expresado: "Tengo la esperanza que nos van a ratificar con el voto la confianza porque esto es espontáneo, esto acá la gente viene y se manifiesta".
El contraste no podía ser mayor: mientras en Bariloche se vivía una "jornada de alegría, de democracia" como la definió Rasini, en Buenos Aires se activaban los mecanismos judiciales que terminarían frenando todo el proceso electoral a nivel nacional. La medida cautelar fue solicitada por la agrupación Lista Gris/Naranja, liderada por Dante Camaño, ex cuñado de Luis Barrionuevo, en el marco del feroz conflicto interno que atraviesa el sindicato.
En la seccional Bariloche, todo estaba preparado para la jornada electoral del jueves: 14 mesas en la sede del gremio, una mesa en el sector W y la participación de las delegaciones de Villa La Angostura, San Martín de los Andes y El Bolsón, con horario extendido desde las 8 hasta las 18 horas. Rasini había hecho un llamado especial a la participación masiva, destacando la importancia de "la democracia de los sindicatos".
Durante su campaña local, el secretario general había destacado los logros de su gestión: "El hecho de haber equiparado los salarios básicos, el hecho de tener haber fundamental, el haber sorteado los mejores momentos cuando nos atacó la pandemia", enumeró, contrastando con lo que consideraba "poca propuesta" de la oposición. También había resaltado que en su conducción "el afiliado no necesita sacar ni tener secretaría privada, ni dar audiencia, la audiencia la marca la necesidad de los trabajadores".
Sin embargo, la disputa nacional entre Luis Barrionuevo y Dante Camaño terminó impactando directamente en las expectativas locales. Según fuentes sindicales, Camaño habría sido expulsado de la asamblea, lo que lo coloca formalmente fuera de la organización, pero esto no le impidió recurrir a la Justicia para frenar las elecciones en todo el territorio nacional.
La frustración por la medida se hizo evidente en las declaraciones de Ovidio Zuñiga, quien expresó que "el resto del país no tiene nada que ver con Buenos Aires, debería haberse votado". Esta posición refleja el malestar de las seccionales del interior, como la de Bariloche, que se ven perjudicadas por conflictos originados en la Capital Federal, donde se concentra la mayor cantidad de los 350.000 afiliados del sindicato.
La ironía de la situación no pasó desapercibida: mientras Rasini mencionaba durante el cierre de campaña que incluso "compañeros de El Bolsón también han venido" a acompañar la caravana, demostrando el apoyo regional construido, desde Buenos Aires llegaba la noticia que paralizaría todo el proceso democrático.
En respuesta a la suspensión, el Consejo Directivo Nacional de la UTHGRA emitió un comunicado expresando "su firme voluntad de realizar elecciones en todo el país con la participación de todas listas que cumplan con los requisitos legales y estatutarios de la organización". La dirigencia nacional manifestó su deseo de que "se resuelva en forma inmediata la impugnación formulada para que fijando nueva fecha para los comicios los trabajadores hoteleros y gastronómicos puedan elegir libre y democráticamente las autoridades que deben conducir la organización a partir del 15/12/25".
La resolución judicial establece que la suspensión se mantendrá "hasta que se resuelvan las impugnaciones de la Lista Gris Naranja respecto a la validez de las decisiones adoptadas previamente". Esto significa que los trabajadores de Bariloche y toda la región, que esperaban definir democráticamente su representación sindical, deberán aguardar los tiempos de la Justicia.
Para Rasini, quien había culminado su campaña con la convicción de que se trataba de "una linda jornada" y que el jueves iba a ser "una fiesta de la democracia", la suspensión representa un freno inesperado a un proceso que parecía encaminado hacia su ratificación. Los militantes que acompañaron la caravana de cierre en Bariloche, así como los compañeros de las delegaciones regionales, deberán esperar para expresar su voluntad en las urnas.
La situación deja en evidencia cómo los conflictos de poder a nivel nacional pueden impactar directamente en la vida democrática de las seccionales del interior, donde dirigentes como Rasini habían desarrollado campañas sólidas con propuestas concretas para los trabajadores del sector turístico, hotelero y gastronómico de la región patagónica.