

Por: Bache3000
La movilización, que concentró a miles de personas desde las 17 horas frente al Hospital Zonal Ramón Carrillo, se desarrolló en simultáneo con el debate en la Cámara de Diputados sobre el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. La expectativa era alta en toda la comunidad educativa, que aguardaba con tensión el resultado del tratamiento parlamentario.
Diego Aguiar, vicerrector de la Universidad Nacional de Río Negro, había destacado antes de la marcha que las expectativas eran altas debido al tratamiento parlamentario. "La norma resulta fundamental para poder terminar bien este año con las clases y la investigación", afirmó. Señaló además que la propuesta del Ejecutivo nacional implicaba un recorte para el próximo año: "No solo no reconoce el ajuste que se ha hecho en este año y ocho meses, sino que quiere consolidarlo. Esta ley nos permitiría recomponer parte de los salarios docentes que se han perdido, aumentar las becas para los estudiantes, y retomar las obras que quedaron frenadas desde diciembre de 2023, además de continuar con la investigación".
La marcha fue convocada por un amplio frente de organizaciones universitarias y gremiales que incluyó a ADUNC (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Comahue), ADURN (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Río Negro), ADUNRN, ATE, el Centro de Estudiantes, Soyem, Unter, Conicet Patagonia Norte, el Frente Cultural, agrupaciones sociales y el sector técnico y científico.
Entre los asistentes se hicieron escuchar las voces de los estudiantes. Uno de ellos, de la Universidad Nacional de Río Negro, remarcó el rol de la educación superior en la vida cotidiana: "La universidad no es solamente un lugar para ir y sentarse, es un lugar donde compartimos con amigos, con los profesores, un espacio donde proyectamos nuestro futuro como profesionales".
La movilización se enmarcó en la tercera Marcha Federal Universitaria bajo el gobierno de Milei, replicándose simultáneamente en todo el país. En Bariloche, la marcha partió del Hospital Zonal y se dirigió hacia el Centro Cívico, donde los manifestantes esperaron el resultado de la votación parlamentaria.
Cuando llegaron las noticias del rechazo al veto con 181 votos a favor y 60 en contra en la Cámara de Diputados, la plaza del Centro Cívico se transformó en un escenario de celebración. Los docentes, que habían llegado con un mensaje de lucha, pudieron expresar su alegría por el triunfo colectivo.
"A nuestros legisladores, que sepan que los estábamos observando, que sepan que el pueblo está en las calles, que sepan que estamos dispuestos a estar en la calle luchando por la educación, por la universidad y por la salud pública", expresaron los referentes universitarios al conocer el resultado. "Estos son derechos que nos ganamos y nadie nos regaló, los ganamos acá en la calle siempre", agregaron.
La celebración se justificaba: después de dos años de lucha constante desde que el gobierno nacional asumió el poder ejecutivo y empezó con su política de recorte, la comunidad universitaria barilochense había logrado una victoria significativa. "Nosotros dijimos que no desde el primer momento, desde aquella primera histórica marcha en abril del año pasado hasta hoy. Nunca abandonamos la lucha, nunca abandonamos las calles y que sepan que no las vamos a abandonar", declararon.
El rechazo al veto significa que la Ley de Financiamiento Universitario, que establece la actualización mensual por inflación de los gastos de funcionamiento y salarios, la recomposición salarial de docentes y no docentes desde diciembre de 2023, y la mejora de las becas estudiantiles, continuará su trámite legislativo hacia el Senado.
Para la comunidad universitaria de Bariloche, que había estado en estado de alerta debido a la crítica situación presupuestaria que atraviesan las universidades públicas, con salarios docentes que perdieron aproximadamente el 50% de su poder adquisitivo, este triunfo representa un respiro y una esperanza de recomposición del sistema educativo público.
La jornada demostró una vez más la capacidad de movilización de la comunidad educativa barilochense y su compromiso con la defensa de la universidad pública, convirtiendo lo que comenzó como una marcha de protesta en una celebración del triunfo democrático y colectivo.