Por: Bache3000

Todo comenzó cuando efectivos de la Comisaría 2° detectaron una camioneta Ford Kuga con actitud sospechosa circulando por las inmediaciones de la céntrica calle 25 de Mayo. Al intentar realizar un control de rutina e identificar a los ocupantes del vehículo, el conductor pisó el acelerador a fondo y emprendió una desesperada huida que mantendría en vilo a toda la ciudad.

La persecución se extendió por múltiples arterias de Bariloche, convirtiendo las calles en escenario de una verdadera cacería urbana. Durante la frenética huida, los delincuentes comenzaron a arrojar objetos por las ventanillas del vehículo, desperdigando evidencia por toda la vía pública en un intento desesperado por deshacerse de las pruebas de sus fechorías.

El dramático episodio llegó a su fin en las calles Sobral y Ginghine, donde los uniformados lograron finalmente interceptar la camioneta y reducir a sus ocupantes. Inmediatamente se organizó un minucioso rastrillaje en toda la zona para recuperar los elementos que habían sido descartados durante la persecución, encontrando una bandolera, pasajes de vuelo, un matafuego y un kit de emergencias.

El caso tomó un giro definitivo cuando, horas después del operativo, una turista se presentó en la comisaría para denunciar que habían forzado su auto de alquiler y le habían sustraído diversos objetos personales. Entre los elementos robados se encontraban precisamente los pasajes de vuelta a Buenos Aires que la policía había recuperado durante la persecución, estableciendo una conexión inmediata entre ambos hechos.

La requisa posterior de la camioneta Ford Kuga reveló más sorpresas: además de otros objetos denunciados por la víctima, los efectivos encontraron un sofisticado equipo inhibidor de alarmas, lo que evidenció el nivel de organización y premeditación de los delincuentes para cometer sus robos.

La coincidencia de los elementos recuperados durante la persecución con los objetos denunciados por la turista permitió a los investigadores vincular definitivamente ambos episodios y recuperar la totalidad de las pertenencias sustraídas, que fueron inmediatamente restituidas a su legítima propietaria.

A partir de la denuncia formal, la Fiscalía dispuso la detención de ambos sospechosos por el delito de hurto, quienes ahora deberán enfrentar las consecuencias legales de sus acciones. La rapidez y eficiencia del personal de la Comisaría 2° no solo permitió recuperar íntegramente los bienes de la víctima, sino que logró esclarecer completamente el caso en menos de 24 horas.

Este exitoso operativo policial demuestra una vez más la importancia del trabajo preventivo y la capacidad de reacción de las fuerzas de seguridad locales para proteger tanto a residentes como a los miles de turistas que visitan Bariloche durante todo el año.