viernes 26 de septiembre de 2025 - Edición Nº225

Yo no lo voté | 26 sep 2025

¿NEGOCIACIÓN?

Unas semanas antes de las elecciones: Confini, candidata de JSRN, ingresó como directiva de YPF

10:17 |Así que ahora resulta que Andrea Confini, la secretaria de Energía de Río Negro —y, oh casualidad, candidata a senadora por esta provincia— acaba de aterrizar en el directorio de YPF con un mandato hasta 2026. Qué coincidencia, ¿no? Justo cuando se avecina una elección y justo cuando Río Negro se posiciona como la gran promesa exportadora de la Patagonia. ¿Hubo una negociación con el Gobierno Nacional? Entra en crisis el discurso de "abandono".


Por: Bache3000

La notificación llegó pulcra, prolija, a la Comisión Nacional de Valores y a las bolsas correspondientes, como manda el protocolo. Todo muy transparente, todo muy reglamentario. Confini reemplaza a Ignacio Ezequiel Bruera, que había durado apenas unos meses en el puesto antes de presentar su renuncia el 12 de junio. Curiosa esa rotación, ¿verdad? Como si hubiera habido algún tipo de negociación, algún arreglo que requería un cambio de piezas en el tablero.

Porque claro, todo esto sucede en el momento exacto en que Río Negro se vende como el gran protagonista de la transformación energética argentina. La provincia de Alberto Weretilneck —en su tercera gestión, todo un récord de supervivencia política— habla de un "cambio en la matriz productiva" mientras ve llegar a San Antonio Este el primer barco chino cargado de acero para los tanques del Oleoducto Vaca Muerta Sur. Ocho mil toneladas de hierro oriental que materializan el sueño patagónico de convertirse en puerto de salida del oro negro de Vaca Muerta.

"La Patagonia empieza a ser valorada como corresponde", declaró Confini días atrás, con esa retórica que mezcla reivindicación histórica y oportunismo presente. "Capaz de generar divisas similares a las del campo", agregó, como si recién ahora alguien se hubiera dado cuenta de que bajo esas tierras frías y ventosas había un tesoro esperando.

Pero acá viene lo interesante, lo que no cuadra en la ecuación oficial: ¿cómo se explica que el mismo gobierno que denuncia sistemáticamente el abandono del interior por parte del poder central, que se erige como la alternativa al "centralismo porteño", termine colocando a su candidata a senadora en el directorio de la petrolera estatal más importante del país? ¿Cómo se entiende esa contradicción entre el discurso anti-establishment y la práctica de acomodarse cómodamente en las estructuras del poder que dicen combatir?

Porque Confini no es cualquier funcionaria provincial. Es la carta fuerte de Weretilneck para el Senado, la que debería representar desde Buenos Aires esa supuesta ruptura con las viejas prácticas centralistas. Pero resulta que antes de llegar al Congreso ya está sentada en la mesa chica de YPF, esa empresa que maneja los hilos energéticos del país desde su sede en Puerto Madero.

La explicación oficial es técnica, casi administrativa: Río Negro accede a una banca en el directorio por las acciones Clase D, ocupando un lugar que le corresponde dentro del esquema de representación provincial. Pero la política nunca es solo técnica, y menos cuando estamos hablando de YPF, esa empresa que desde su renacionalización se convirtió en el gran botín del poder político argentino.

Las provincias de la Ofephi —esa sigla que suena a organismo internacional pero que agrupa a los estados productores de hidrocarburos— tienen sus lugares asegurados en el directorio. Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Mendoza ocupan bancas permanentes, mientras las seis restantes se turnan cada seis meses. Pero el caso de Confini parece salirse de esa rotación mecánica. Hay algo más, algo que huele a negociación política de alto vuelo.

Rolando Figueroa, el gobernador de Neuquén, ya había dado pistas de cómo funciona este juego cuando cambió al representante de su provincia en YPF, reemplazando al exgobernador Omar Gutiérrez con el ministro de Economía Guillermo Koening. Un cambio "temporal", según dijo, pero que evidenciaba las tensiones internas del poder provincial frente a la petrolera nacional.

Ahora es el turno de Río Negro, y el timing no puede ser más elocuente. Mientras el acero chino se descarga en Puerto San Antonio Este y los discursos hablan de soberanía energética patagónica, la realidad política se acomoda con la precisión de una operación de mercado. Confini llega a YPF justo cuando su provincia se posiciona como actor clave en el negocio exportador del petróleo, justo cuando su candidatura al Senado necesita el respaldo que da estar en el lugar indicado del poder energético nacional.

El oleoducto Vaca Muerta Sur y el proyecto de GNL no son solo infraestructura. Son poder, son divisas, son la llave que abre las puertas del futuro económico argentino. Y quien esté sentado en esas mesas cuando se tomen las decisiones estará escribiendo el mapa del poder de los próximos años.

Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de federalismo? ¿De qué hablamos cuando denunciamos el centralismo? Porque pareciera que lo que molesta no es el centralismo en sí, sino estar afuera de él. No es la concentración del poder, sino no participar de esa concentración. No es el sistema, sino no tener lugar en el sistema.

Confini asumió su banca en YPF con mandato hasta 2026. Para entonces, si los cálculos salen bien, podría estar ocupando su lugar en el Senado. O, esta negociación, es parte de juna confesión: las encuetas no dan bien para las próximas elecciones. Por lo pronto, es una decisión extraña a pocas semanas de los comicios, en donde se supone que uno compite con el otro. 

Es política pura, destilada y refinada como el mejor crudo de Vaca Muerta.

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