

Por: Bache3000
La Municipalidad de Bariloche contrató a la Cooperativa 19 de Octubre por más de 25 millones de pesos para realizar "capacitaciones" en el marco del referéndum que impulsa el intendente Walter Cortés. Sin embargo, la tarea consiste en instalar mesas informativas en distintos puntos de la ciudad y distribuir folletería sobre la consulta popular.
La particularidad del caso es que la cooperativa contratada está diseñada para realizar soluciones habitacionales, una actividad que nada tiene que ver con la difusión de información o capacitación ciudadana. Este medio realizó entrevistas en la calle que revelaron un panorama desalentador: desconocimiento generalizado sobre el referéndum, escaso interés por concurrir a votar y, especialmente, rechazo al acercamiento de los promotores.
Al ser consultados sobre el referéndum del 9 de noviembre, los transeúntes manifestaron abiertamente su desconocimiento. "La verdad que no es un tema del que me gustaría opinar o realmente ni siquiera sé qué devolverte", respondió un vecino. Otra persona consultada simplemente se negó a hablar del tema, evidenciando la falta de interés en la consulta.
El personal destacado en las mesas informativas, como la ubicada en la esquina de Moreno y Onelli, se negó sistemáticamente a brindar declaraciones. "No podés hacer nota porque no nos lo permiten", advirtió uno de los trabajadores al ser abordado por este medio. Ante la insistencia por obtener información sobre una actividad financiada con fondos públicos, los contratados se escudaron en las restricciones impuestas: "Lo que pasa es que como lo que están realizando es asesorar a las personas, la que nos dijeron a nosotros que no pasemos información", explicaron.
Durante el relevamiento, los trabajadores prometieron pasar el número telefónico de "la persona responsable", algo que nunca ocurrió. Sin embargo, uno de los jóvenes contratados se animó a describir la realidad que enfrentan en la calle: "La mitad no sabe realmente para qué estamos acá. Hay muchos comentarios negativos por mero hecho de la imagen del municipio, porque piensan que incluso somos de La Libertad Avanza, demás partidos políticos", admitió con sinceridad.
El trabajador fue contundente al describir la recepción ciudadana: "Hay interés, pero bueno, es mixto, depende quién se acerca, quién no. Y nada, al final el deber es informar". Su testimonio confirmó lo que ya se percibía: la ciudadanía confunde la iniciativa con militancia partidaria, generando rechazo inmediato. "Piensan que somos de Walter Cortés", agregó otra de las personas que repartía las boletas, resumiendo el principal obstáculo que enfrentan en su tarea.
La descripción de las respuestas que reciben fue lapidaria: bronca y apatía son las dos constantes en el contacto con los vecinos, una combinación que pone en evidencia el fracaso de la estrategia comunicacional pese a la millonaria inversión.
La edil Laura Totonelli pidió investigar el gasto y exigió explicaciones sobre la contratación, señalando que la actividad adjudicada no tiene relación alguna con el objeto social de la cooperativa. El contraste resulta aún más llamativo cuando se constata que la organización "Conciencia" realiza tareas similares de difusión de manera voluntaria y gratuita.
La polémica instaló interrogantes sobre la pertinencia del gasto millonario en un contexto de ajuste presupuestario y la efectividad de una estrategia que, según las propias voces en la calle, genera más rechazo que adhesión.