sábado 18 de octubre de 2025 - Edición Nº247

Sólo el vecino salva al vecino | 17 oct 2025

CON WALTY DE TESTIGO

Del comunicado de prensa al 'sí, acepto': el Centro Cívico ahora también casa

La Sala de Prensa del Centro Cívico de Bariloche, ese lugar donde habitualmente se anuncian obras inconclusas y se explican aumentos de tasas, este viernes se transformó en capilla del amor. Flores, emoción, promesas eternas y el intendente Walter Cortés de testigo: todo lo que una pareja valiente necesita para decir "sí, acepto" en el mismo espacio donde días atrás se debatía el estado de las calles del barrio.


Por: Bache3000

La iniciativa "Casate en Bariloche" arrancó con pompa y circunstancia. El municipio invirtió un millón de pesos en el evento inaugural, una cifra que alcanzaría para arreglar varios pozos en el camino a Llao Llao, pero que evidentemente es más romántica si se gasta en libretas ilustradas, decoración floral y el acondicionamiento de un espacio que hasta hace poco servía para que funcionarios leyeran comunicados frente a periodistas bostezando.

Las primeras parejas fueron auténticas pioneras. Decidieron casarse en un lugar donde la vista al Nahuel Huapi compite con los autos estacionados en doble fila y donde el telón de fondo incluye, sí, las montañas, pero también el vaivén de turistas comprando chocolates y locales preguntándose si el 50 pasó o no. Romanticismo patagónico en estado puro.

Cortés, que no se perdió la oportunidad de estar en la foto, fue claro: "Bariloche, como ciudad, tiene su epicentro en el Centro Cívico. Entonces, nosotros decidimos que a partir de ahora, todos los que se quieran casar en el Centro Cívico, lo pueden hacer". La lógica es impecable: si el edificio es el corazón de la ciudad, qué mejor que convertirlo también en altar. Que sea multifunción: sede administrativa de lunes a jueves, capilla del amor los viernes.

La propuesta incluye ceremonias civiles con validez legal y también bodas simbólicas, para quienes prefieren el paisaje sin los papeles. Cada pareja recibe una libreta conmemorativa especialmente diseñada, con ilustraciones de Bariloche y frases románticas en clave local. Un detalle encantador, aunque uno se pregunta si entre esas frases figurará alguna mención a la paciencia que requiere el amor verdadero, similar a la que necesitás para conseguir turno en la municipalidad.

El timing de la iniciativa es, cuanto menos, curioso. Argentina registró alrededor de 150.000 matrimonios en 2022, una cifra que viene cayendo desde hace décadas. En los '90 se casaban más de 200.000 parejas al año. La tendencia es clara: cada vez menos gente elige pasar por el registro civil. Pero claro, Bariloche apuesta a que quienes sí se casen quieran hacerlo con montañas de fondo y no en un registro civil gris de cualquier ciudad del conurbano. La apuesta tiene sentido, aunque la competencia es feroz: desde playas caribeñas hasta viñedos mendocinos, todos quieren su tajada del negocio nupcial.

Porque de eso se trata: de negocio. El turismo de bodas mueve millones y la ciudad quiere su porción de la torta (de bodas, claro). La promesa es que "Casate en Bariloche" no solo atraiga parejas, sino familias enteras, fotógrafos, decoradores, músicos, hoteleros y todo el ecosistema que vive de que dos personas decidan jurarse amor eterno en un lugar pintoresco. Desestacionalizar, diversificar, captar divisas. El amor como motor económico.

Emprendedores locales ya frotan sus manos imaginando bodas temáticas con chocolate y fondue, ceremonias al atardecer en la Isla Victoria, y paquetes premium que incluyan el intendente saludando a la pareja para la foto. Todo es posible cuando el romanticismo se encuentra con la necesidad de reactivar la economía local.

La Sala de Prensa, entonces, tiene doble vida: de lunes a jueves, los periodistas escuchan anuncios sobre obras públicas; los viernes, las parejas escuchan la marcha nupcial. Un espacio versátil, eficiente, multitasking. Muy siglo XXI.

Las valientes que inauguraron el servicio ya pasaron a la historia: son las primeras en decir "sí" donde antes se decía "sin comentarios". Sus nombres quedarán registrados en las libretas ilustradas y en la memoria colectiva de una ciudad que siempre supo reinventarse. Primero fue el chocolate, después el esquí, luego la cerveza artesanal, ahora las bodas. Bariloche diversifica.

Queda por ver si la apuesta funciona. Si parejas de Buenos Aires, Córdoba o Brasil elegirán venir a casarse al Centro Cívico en lugar de hacerlo en una quinta con pileta o en una playa con palmeras. Queda por ver si el millón de pesos invertido se traduce en más turistas, más movimiento, más trabajo. Queda por ver si la Sala de Prensa logra sacudirse el olor a café recalentado de las conferencias y llenarse definitivamente de perfume a rosas.

Mientras tanto, Bariloche celebra su nuevo servicio con orgullo municipal y optimismo turístico. Porque cuando el paisaje emociona y el presupuesto lo permite, todo es posible. Hasta casarte donde antes se hablaba de semáforos rotos.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias