domingo 19 de octubre de 2025 - Edición Nº248

El Bardo de Siempre | 18 oct 2025

UN EXITOSO FRACASO

Argentina campeón, segundo Francia, cuarto Walter

El intendente Walter Cortés sufrió este sábado una de las derrotas más contundentes de su carrera política. La Lista Azul que impulsó en las elecciones de la Cooperativa Eléctrica Bariloche quedó en el cuarto y último lugar con apenas 615 votos, el 15.2% del total, muy lejos de los 1,676 votos que obtuvo la ganadora Lista Roja, los 980 de la Celeste e incluso de los 764 de la Blanca. El resultado no solo lo dejó sin representación en el Consejo de Administración y la Comisión Fiscalizadora, sino que lo expuso políticamente en una aventura electoral que terminó siendo un rotundo fracaso.


Por: Bache3000

Si bien es cierto que la Lista Azul no pudo armar una lista completa de candidatos, también es cierto que la propuesta tenía inconsistencias evidentes que redujeron drásticamente su capacidad competitiva. La falta de candidatos a consejeros en varios distritos, la ausencia de una estructura territorial consolidada y la improvisación en la conformación de las listas fueron señales que los asociados de la CEB leyeron claramente y castigaron en las urnas.

Históricamente, los intendentes de Bariloche nunca juegan solos en una elección de la CEB. La lógica política cooperativa siempre ha indicado que el poder municipal necesita articular con alguna de las fuerzas establecidas dentro de la cooperativa para tener incidencia real. Sin embargo, el enojo de Cortés por las noticias del referéndum lo llevaron a hacer rancho aparte, ir solo y, finalmente, perder de manera estrepitosa, quedando completamente expuesto ante la opinión pública.

Lo que hace aún más llamativa la derrota es que Cortés había querido participar originalmente de la Lista Roja, buscando un lugar en sus filas para sumar su estructura política municipal a la fuerza cooperativa mayoritaria. Sin embargo, la Roja no le quiso dar lugar, rechazando la articulación con el intendente. Y finalmente la Roja ganó sin su ayuda, obteniendo una victoria contundente con el 41.4% de los votos y 40 delegados titulares sobre 82 en juego, demostrando que no necesitaba del aparato municipal para imponerse.

Pero no solo eso: Cortés quedó último. Ni siquiera pudo cantar "cebollita subcampeón". La Lista Azul terminó detrás de la histórica Lista Blanca, que a pesar de haber perdido terreno conservó el tercer lugar y mantuvo su representación en el Consejo de Administración. El intendente quedó relegado al último escalón del podio, sin cargos, sin representación institucional y con una magra cosecha de 9 delegados titulares sobre 82, apenas el 10.98% de la Asamblea.

Los números son demoledores para Cortés. En los 23 distritos que se votaron, la Lista Azul solo logró imponerse en dos circunscripciones, mientras que la Roja ganó en 17 y la Celeste en 5. Incluso la Blanca, pese a no liderar en ningún distrito, logró una distribución más equilibrada de sus votos que le permitió mantener representación en el Consejo. La Azul, en cambio, tuvo concentraciones puntuales en algunos barrios pero careció de la capilaridad territorial necesaria para competir en serio.

El sistema D'Hont, que aplicado distrito por distrito tiende a castigar a las fuerzas más pequeñas, fue implacable con la apuesta del intendente. Con el 15.2% de los votos, la Lista Azul solo pudo traducir ese caudal en el 10.98% de los delegados, perdiendo representación en el camino y quedando sin ningún cargo en los órganos ejecutivos de la cooperativa. Cero consejeros, cero fiscalizadores, apenas 9 delegados titulares y 3 suplentes que quedarán como testimoniales en una Asamblea donde no tendrán peso específico alguno.

Lo más llamativo de esta derrota es que expone la debilidad del intendente en su propio territorio. Si un jefe comunal en ejercicio, con toda la estructura municipal a su disposición, con la capacidad de movilización que da el aparato estatal y con el conocimiento territorial que implica gobernar la ciudad, no logra siquiera superar el 15% en una elección cooperativa, el mensaje político es contundente: el enojo con Cortés trasciende la gestión municipal y alcanza incluso a ámbitos como la CEB donde tradicionalmente el poder político tiene peso.

La decisión de ir solo, de hacer rancho aparte por el enojo con el referéndum, terminó siendo un boomerang. Cortés apostó a que su figura y su estructura bastarían para posicionarse como una fuerza relevante dentro de la cooperativa, pero los números demostraron lo contrario. Los asociados de la CEB votaron mayoritariamente por la Lista Roja sin que el intendente estuviera en ella, dejando en claro que la cooperativa tiene su propia dinámica política y que el poder municipal no garantiza automáticamente adhesión electoral.

El contraste con la Lista Celeste hace aún más evidente el fracaso de Cortés. Esa agrupación, sin estructura municipal, sin el aparato del Estado, logró el segundo lugar con 980 votos y 18 delegados titulares, además de posicionar a Luis Barrales como fiscalizador titular.

Incluso la Lista Blanca, que si bien retroceció casilleros, logró conservar su representación en el Consejo de Administración con cuatro consejerías y mantener 15 delegados en la Asamblea. Sin Estado, sin ayuda externa. Cortés, en cambio, con toda su estructura, no logró absolutamente nada.

El resultado de la Lista Azul también plantea interrogantes sobre el futuro político de Cortés de cara a las elecciones nacionales. Si en una elección cooperativa, donde el universo de votantes es más acotado y donde supuestamente el intendente debería tener mayor capacidad de movilización, no logra superar el 15% (sobre un total de 4 mil electores), ¿qué puede esperar en un comicio nacional donde el electorado es mucho más amplio y diverso? La derrota en la CEB puede ser un anticipo de lo que le espera si no logra recomponer su imagen y su articulación política.

Mientras tanto, la Lista Roja celebra una victoria que se vuelve más significativa justamente por haber prescindido del apoyo del intendente. 

Para Cortés, esta elección quedará como una de las derrotas más duras de su carrera. No solo perdió, quedó último. No solo quedó último, quedó sin ningún cargo. Y no solo quedó sin cargos, quedó expuesto ante toda la ciudad como un intendente que intentó imponer su peso político en la cooperativa y fracasó estrepitosamente. Ni siquiera pudo cantar cebollita subcampeón. Quedó cuarto, último, muy lejos de todos. Argentina campeón, segundo Francia, cuarto Walter.

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