Por: Bache3000
"Me ofrezco porque quiero ver al Mercado funcionando, si nadie tiene inconvenientes", declaró Villalba ante la mirada atónita de sus pares. El resto de los concejales, superada la sorpresa inicial, dieron su visto bueno a la propuesta. El oficialismo, que venía evitando tomar una decisión sobre quién ocuparía ese asiento caliente, se encontró con una situación que no había previsto.
El Ente Autárquico Mercado Comunitario arrastra dos años de denuncias, reclamos y movilizaciones. Las organizaciones de productores, elaboradores y grupos de compras comunitarias vienen exigiendo la reactivación del espacio de acuerdo a lo que establece la ordenanza, justamente lo que el intendente había prometido durante la campaña. A través de una gacetilla, las organizaciones apuntaron a Silvia Ferrari, presidenta del Ente, asegurando que se convirtió en el principal obstáculo: no responde a los medios, ignora los pedidos de informe y hace imposible cualquier intento de diálogo.
La lista de acciones emprendidas contra Ferrari es extensa. Hay denuncias formales, un pedido de renuncia vigente desde hace un año, una demanda del concejal Costa Brutten ante el Tribunal de Contralor, el avance hacia la instancia judicial, solicitudes de intervención a SOYEM y a la Defensoría del Pueblo. A eso se suman las asambleas populares, los verdurazos en las plazas y los abrazos al Mercado, todas expresiones de un reclamo que se niega a apagarse.
Desde las organizaciones recibieron la noticia con cautela pero también con esperanza. "Villalba dejó en claro que quiere reactivar el Mercado y está al tanto de las irregularidades y de lo que implica la ordenanza. Vamos a apoyar y a tirar para adelante porque es lo que mismo que queremos nosotros y venimos exigiendo junto al concejal Costa Brutten", manifestaron desde el Consejo Participativo.
Sin embargo, no bajan la guardia respecto a Ferrari. "El reclamo lo vamos a sostener. Silvia Ferrari lleva dos años mintiendo y consideramos que con ella no se puede nada y menos ahora que le soltaron la mano. Pero con dos concejales que le pongan garra y el apoyo de las organizaciones se puede convocar al Directorio y comenzar a ordenar este desastre antes de que sea demasiado tarde", concluyeron.
La decisión de Villalba llega en un momento crítico. El clima demasiado tranquilo que caracteriza al Concejo Deliberante contrasta con la ebullición que se vive en torno al Mercado Municipal. La pregunta ahora es si la incorporación de un segundo concejal dispuesto a enfrentar el conflicto será suficiente para destrabar una situación que se pudre hace dos años, o si Ferrari seguirá siendo una muralla infranqueable para cualquier intento de cambio. Lo que está claro es que el oficialismo perdió la chance de esquivar el problema, y ahora tendrá que dar la cara.