Por: Bache3000
Un trabajador rural que sufrió una grave lesión en la rodilla tras caerse de un caballo mientras cumplía con sus tareas diarias en un establecimiento agropecuario obtuvo un fallo favorable de la Justicia laboral de Bariloche, que responsabilizó a la Aseguradora de Riesgos del Trabajo por el accidente y estableció que debe hacerse cargo de la cobertura médica y el pago de una indemnización acorde a la incapacidad que le quedó como secuela.
El hecho ocurrió durante una mañana de trabajo en un sector del campo que el hombre recorría habitualmente para trasladar animales y materiales, cuando el caballo que montaba tropezó con una irregularidad del terreno y lo hizo perder el equilibrio.
La caída fue presenciada por compañeros de labor que de inmediato dieron aviso a los servicios de emergencia y permitieron que fuera trasladado rápidamente a un centro médico, donde los estudios de imagen revelaron un daño considerable en la articulación de la rodilla que los profesionales anticiparon podría dejarle limitaciones permanentes para realizar esfuerzos físicos intensos.
La aseguradora intentó desligarse de la responsabilidad argumentando que el desplazamiento a caballo no se realizaba en todos los sectores de la propiedad, lo que generó que el trabajador iniciara un reclamo judicial para obtener el reconocimiento del carácter laboral del accidente. Durante el proceso se incorporaron informes médicos, declaraciones testimoniales de los compañeros que presenciaron el episodio y registros detallados de la rutina diaria del damnificado, mientras que los peritos designados evaluaron tanto el impacto físico de la caída como la vinculación directa entre el uso del caballo y las actividades que desarrollaba en el establecimiento.
Los testimonios resultaron coincidentes al señalar que el hombre utilizaba el animal varias veces por jornada para moverse entre distintos puntos del campo, lo que permitió establecer sin lugar a dudas que el accidente había ocurrido en ejercicio de sus funciones laborales. La Cámara de Trabajo analizó además fotografías del lugar donde ocurrió el hecho, planos del predio completo y antecedentes de otros accidentes registrados con anterioridad, evaluando también la peligrosidad que presentaba el terreno irregular y la previsibilidad del riesgo asociado al desplazamiento ecuestre en esas condiciones.
Los peritos médicos que intervinieron en la causa determinaron finalmente que la lesión dejó al trabajador con una incapacidad parcial permanente del 16,5 por ciento, lo que obligó al tribunal a establecer una reparación integral que incluye la cobertura completa de los tratamientos médicos necesarios, las terapias de rehabilitación que requiera el proceso de recuperación y una indemnización económica calculada en función de la magnitud de la incapacidad constatada.