Por: Bache3000
La asamblea contó con la participación de Norma Pérez, secretaria general electa de la Interseccional Bariloche de UnTER, quien remarcó el compromiso del sindicato con las luchas de los diferentes sectores. "Nosotros somos parte de esta asamblea de jubilados y jubiladas en lucha, venimos participando activamente", señaló Pérez, destacando la articulación con otras organizaciones como ATE en reclamos vinculados a la salud pública y las condiciones laborales.
La dirigente sindical, que forma parte de la agrupación La Fucsia y del frente Docentes al Frente, habló sobre el triunfo electoral reciente y los desafíos que enfrentarán al asumir la conducción provincial en diciembre. "Todas esas críticas que durante estos tres años estuvimos planteando a la actual conducción en términos de negociación con el gobierno provincial, las transformamos en organización", explicó. Para Pérez, el gran desafío será articular entre los diferentes sindicatos del territorio y sostener la movilización: "La única lucha que se pierde es la que se abandona, eso se ha hecho carne en nosotros".
Durante la jornada se escucharon los planteos de trabajadores de ATE en relación con el tema de la salud pública, tanto en lo que respecta a sus condiciones laborales como al derecho de toda la población a acceder a educación y salud pública de calidad. "No es solamente que exigimos condiciones laborales sino que también exigimos que la educación y la salud pública es un derecho al que podemos acceder toda la población", remarcó Pérez.

Los jubilados elaboraron un petitorio consensuado que fue entregado a las autoridades. El documento refleja las múltiples demandas de un sector que enfrenta una situación cada vez más dramática.
El testimonio más desgarrador de la jornada llegó de parte de Gastón, un jubilado de 80 años conocido como "el mecánico", quien trabajó durante dos décadas en el Centro Atómico y hoy sobrevive con la jubilación mínima. "Estoy triste, hermano. Las cosas aumentan todos los días. Hace cuatro meses que no como bien, no tomo remedios", relató con evidente angustia. Su rutina diaria se ha reducido drásticamente: ya no desayuna, almuerza algo con su familia y por la noche no cena. "La carne, la verdura, todo aumenta todos los días. Es un desastre, no se puede", describió mientras denunciaba las dificultades para acceder incluso a medicamentos básicos que consigue mínimamente en el PAM.
La bronca y la impotencia atraviesan su relato cuando habla de la situación política nacional y las recientes elecciones. "Perdí otra vez el peronismo, pero no perdió, lo afanaron", expresó sin filtros, manifestando su desconfianza en el sistema electoral y en quienes gobiernan actualmente. A sus 80 años, Gastón ve un panorama sombrío: "Esto no va a parar, no lo van a arreglar. Tenemos que seguir haciendo fuerza y otras cosas, porque esto no sirve".
La asamblea de ayer dejó en claro que, pese al contexto adverso y la crudeza de la situación económica, los jubilados barilochenses no están dispuestos a abandonar su reclamo. La lucha continúa cada miércoles en el Centro Cívico, mientras exigen respuestas concretas a una problemática que los golpea día a día.
