Por: Bache3000

Gabriel Trujillo, propietario de Fast Good, una empresa local de productos comestibles, denunció graves irregularidades en su intento de conseguir apoyo estatal para salvar su fábrica. Según documentación que el empresario compartió, tras solicitar una reunión con la Secretaría de Innovación, Producción y Empleo, fue derivado a una persona que se presentó como "el segundo en la línea" después de la titular, Silvia Ferrari. ¿Quién era? Sí, Gustavo Ferrari, su hermano.

El encuentro tuvo lugar el 1 de febrero de 2025 en una oficina ubicada en el puerto San Carlos. Durante la conversación por WhatsApp, previa a la reunión, el interlocutor de Trujillo confirmaba detalles logísticos: "La de juramento 102", respondía cuando el empresario preguntaba por la dirección. "Es parte de la secretaría", agregaba. Cuando GabrielTrujillo consultaba sobre estacionamiento, recibía respuestas como "Sii, el costado, no hay problema", indicando que estaciones en espacio municipal al lado del Puerto.

El empresario se había comunicado con la Secretaría para pedir apoyo en su empresa, que se encontraba atravesando serios problemas. Señaló a Bache3000 que fue derivado al hermano de Silvia Ferrari, quien actuó como si fuera funcionario y concertó una reunión. "A la tarde me gusta estar ahí, porque puedo estudiar y leer y atender tranquilo", aseguró Ferrari.

El empresario le mandó documentos de su empresa, información, datos. Siempre pensando que se trataba de una persona autorizada para la función pública y para el manejo de información que recibe el Estado de los ciudadanos. Lo más revelador surge cuando el empresario menciona: "Todo bien, esperaba algún comemtario tuyo", a lo que recibe como respuesta: "No pude ver en detalle tus comentarios y archivos. Recién estoy llegando a la oficina". Trujillo había enviado previamente información detallada sobre sus productos, fotos y la situación de la empresa, con la intención de que el funcionario conociera el caso antes de la reunión.

"Me gustaría un devolución a primera vista. Gracias. Y que compartas todas esa imágenes con Cortés", escribía el empresario, buscando que la información llegara a otras instancias del gobierno.

En sus comentarios posteriores en redes sociales, Trujillo fue contundente: "Gustavo Ferrari me recibió el 1 de febrero de este año en un local de artesanías en el puerto San Carlos, luego que pidiera una entrevista con la titular de INNOVACIÓN, PRODUCCIÓN Y EMPLEO, la Sra. Silvia Ines FERRARI (BINGO), que se encontraba muy ocupada, aunque no se conoce que es lo que hace esta secretaria por las Pymes locales, por lo que Gustavo se presentó como el segundo en la línea".

Trujillo también cuestionó la gestión: "Es que Gustavo es un ignorante total de la situación de las Pymes. Me hizo perder una hora de mi tiempo. Además de ser un mal educado y pedante".

El caso plantea serias interrogantes sobre el funcionamiento de las áreas de gobierno destinadas al apoyo empresarial. Según la denuncia, una persona sin designación formal habría estado actuando como funcionario en instalaciones municipales, atendiendo emprendedores, tomando decisiones e incidiendo en políticas públicas, todo esto bajo la aparente delegación de su hermana, quien ocuparía el cargo oficial.