martes 04 de noviembre de 2025 - Edición Nº264

El Bardo de Siempre | 4 nov 2025

TRABAJA PARA CORTÉS

¿Quién es el conductor de Uber que insultó a Ferrari?

16:44 |La escena podría haber terminado mal. Juan Pablo Ferrari hablaba en el recinto, tirando algunos dardos al intendente, y defendiendo a una concejal de algunos gritos que provenían de los "espectadores". El tema era Uber, siempre Uber, y Ferrari devolvía golpes hasta que le gritaron "pelutudo". El que lo hizo, se quedó en el molde, y tiene su historial.


Por: Bache3000

"De cara a lo que acaba de suceder", empezó. "Ya el caballero en un momento nos trató de autistas, hoy la trata de mentirosos. A la compañera se le voy a pedir el mayor de los respetos, porque ni somos autistas ni somos mentirosos".

Ferrari siguió. "Segunda situación también corta. Queda claro que lo que este Concejo venía manifestando, y era que se podía levantar la resolución, esa es la respuesta que hoy tenemos que venir a dar. Cuando nosotros hace más de un año y pico veníamos hablando de este tema, se nos decía que no estaba claro que se podía. Entonces venir a esta mesa, a cualquiera sea las partes, digo choferes, a tratar de mentiroso a cualquiera de los que está acá: claro es que acá no se mentía, acá se dijo desde el día uno se puede".

El dardo era directo para el intendente. Entonces vino el grito.

"¡Pelotudo!"

Ferrari se hartó. Se levantó de la mesa, y lo tuvo que detener Costa Brutten. Alonso se quedó mutis. "Me acaba de decir pelotudo, entonces que se haga cargo de lo que dijo como nos hacemos cargo nosotros", le dijo Ferrari a Hercingonja.

La palabra atravesó el recinto como un piedrazo. El que la gritó se llama César Alonso. Es conductor de Uber. Alguna vez construyó una agrupación en la UTA. Hoy responde a Walter Cortés. Algunas fuentes del Concejo dicen que trabaja directamente para el intendente, aunque eso es de esas cosas que nunca quedan del todo claras, como tantas otras.

Alonso salió a embarrar la cancha justo cuando Ferrari estaba señalando lo evidente: que el intendente podía haber levantado la resolución desde el principio, que nadie en el Concejo había mentido, que todo había estado claro desde el día uno.

Leandro Costa Brutten tuvo que intervenir para que la situación no pasara a mayores. Hay algo profundamente argentino en esa imagen: un edil frenando un posible enfrentamiento físico durante un debate sobre la regulación de aplicaciones de transporte.

Esta no es la primera vez que Alonso y Ferrari se cruzan. En 2024, durante una comisión de transporte, Alonso dijo que el Concejo era "autista". Ferrari lo paró en seco. Le explicó, con una paciencia que probablemente no sentía, que eso no era un insulto que se pudiera usar así. Le exigió disculpas. Alonso las dio, finalmente.

Antes de eso, en 2021, Alonso había sido noticia por otro motivo. Era chofer de Mi Bus entonces, y un domingo por la noche, minutos antes de comenzar su última ronda de la Línea 80, sufrió una agresión. Ocurrió en la entrada del barrio Malvinas, frente al puesto de control policial de la Ruta 40, cerca del Chango Más. Alonso había bajado del colectivo para hacer una revisión rutinaria cuando un hombre apareció por la izquierda.

Lo empujó contra el vehículo, le sujetó la mano. "¿Sabés quién soy yo? Soy Gabino Marín", le dijo. "¿Y sabés por qué estoy acá? Porque vos estás hablando muchas boludeces por televisión, la radio, por todos los medios y es hora de que te calles y dejes de hablar. Yo soy el que te da tu licencia así que mejor, callate y dejá de hablar de la Municipalidad, de Figueroa, la empresa y llamate al silencio".

Alonso identificó a su agresor como alguien que trabajaba en la Municipalidad. Hizo la denuncia. Las cosas siguieron.

Un año antes, en 2020, Alonso era referente de la agrupación Juan Manuel Palacios dentro de la UTA. Protestaban frente al edificio municipal con banderas y bombos. Reclamaban por una deuda salarial: la empresa les debía el cincuenta por ciento de los salarios de octubre y una cuota de un acuerdo previo. También decían movilizarse para "repudiar" al intendente Gustavo Gennuso por expresiones en contra de los trabajadores.

Hoy Alonso maneja para Uber. Responde a Cortés. Grita "pelotudo" en el Concejo cuando Ferrari señala que el intendente podía haber resuelto el conflicto desde el principio.

Hay algo circular en todo esto, algo que se repite con variaciones mínimas: los gritos, las amenazas, los cambios de bando, las interrupciones estratégicas. Como si la política local fuera un loop del que nadie puede salir, donde los mismos nombres reaparecen en contextos distintos pero con la misma violencia de fondo, la misma imposibilidad de escuchar lo que no se quiere oír.

Ferrari se fue después del grito. Costa Brutten logró que no hubiera golpes. La sesión continuó.Uber sigue sin regularse. Y el oficialismo parece sólo tener ganas de caos.

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