jueves 06 de noviembre de 2025 - Edición Nº266

El Bardo de Siempre | 6 nov 2025

HASTA QUE NO HAYA SEGURIDAD

Corte de transporte urbano en La Paz: el conflicto entre seguridad y necesidad de los vecinos

17:02 |El servicio de transporte público permanece suspendido en el tramo de la calle La Paz entre pasaje Gutiérrez y Beschedt, dejando sin cobertura a los vecinos del barrio Ada María Elflein. La medida, que se mantiene desde hace dos meses, responde a reiterados ataques con piedras contra los colectivos que derivaron en la lesión de una pasajera.


Por: Bache3000

Luis Curilem, referente del gremio de la UTA, fue contundente al explicar los motivos de la decisión. La gota que rebalsó el vaso fue una agresión que ocurrió hace aproximadamente dos meses, cuando una piedra atravesó el colectivo de lado a lado, rompiendo ambas ventanillas y lesionando en el rostro a una pasajera que viajaba en el último asiento. "La verdad que un trastorno enorme. No es bueno", señaló el sindicalista antes de ingresar a una reunión prevista en el municipio.

Curilem dejó en claro que los ataques no eran episodios aislados. "En ese barrio era dos por tres en el día, no importaba", explicó, agregando que la situación era particularmente grave porque "ya no son chicos, ya gente grande por el tipo de piedra que tiran". El dirigente gremial enfatizó que la inseguridad en la zona se venía incrementando y que no podían esperar a que ocurriera algo peor. "La verdad que no podíamos esperar a que pase algo mayor y que haya alguien lastimado", afirmó.

La determinación de suspender el servicio fue exclusivamente del gremio, según aclaró Curilem. "La determinación de no pasar más hasta que no estén dadas las condiciones fue pura y exclusivamente de gremio", sostuvo, aunque reconoció que otras partes están trabajando para revertir la situación lo antes posible.

Juan Pablo Follonier, gerente de Mi Bus, coincidió con la postura del gremio. "A mí me parece bastante acertado porque la última que fue hace dos meses atrás una piedra cruzó el colectivo de lado a lado", explicó, destacando que el incidente pudo haber tenido consecuencias mucho más graves. "Vos imaginá que eso podría haber sido mucho peor si esa piedra le pega al chofer con la posibilidad de perder el dominio del colectivo y puede terminar en la catástrofe", advirtió.

Follonier fue claro respecto a la responsabilidad en la resolución del conflicto: "La responsabilidad excede a lo que es la facultad de la empresa. Nosotros estamos justamente para trasladar gente y nuestra misión es justamente pasar por esa calle para trasladar la mayor cantidad de gente, sobre todo la gente que lo necesita", señaló, trasladando el problema a las autoridades municipales, provinciales y policiales.

Lo que resulta particularmente llamativo del caso es que, a diferencia de otros episodios similares ocurridos en distintos barrios de la ciudad, nunca se logró identificar a los responsables de los ataques. Curilem contrastó esta situación con lo ocurrido en otros lugares donde los mismos vecinos ayudaron a individualizar a quienes tiraban piedras, como sucedió en La Huehue, donde la presidenta de la junta vecinal convocó a una reunión y se logró un compromiso comunitario.

El dirigente gremial reclamó medidas concretas de seguridad: "Estaría bueno que alguien tome la determinación de dar seguridad de alguna manera, nosotros estábamos pidiendo que hayan más luces, que se limpien el terreno y demás". La zona en cuestión se encuentra a solo tres cuadras de la comisaría 28, lo que agrega un elemento de perplejidad a la situación.

Por su parte, Follonier mencionó que desde el municipio están gestionando la limpieza de terrenos particulares en la zona, incluido uno que pertenecería a Telefónica, aunque desconoce en qué estado se encuentran esos trámites. "Son trámites que demoran porque es un terreno de un privado", explicó.

Los vecinos del barrio, incluyendo organizaciones de personas con discapacidad y adultos mayores, vienen reclamando el retorno del servicio. La situación los obliga a trasladarse hasta la calle Beschedt, que actualmente es prácticamente una avenida, en una zona que consideran peligrosa.

Tanto Curilem como Follonier fueron categóricos: el servicio no se restablecerá hasta que no existan garantías de seguridad. "Hoy independientemente de la reunión que haya, nosotros la parte del gremio estamos sujetos a que se dé garantía que no haya ni pasajero más lastimado, por lo menos en ese sector", manifestó el referente de la UTA. Follonier coincidió: "En cuanto estén garantizadas las medidas de seguridad y que los colectivos no reciban más agresiones, sobre todo para los pasajeros, nosotros con todo gusto volvemos a pasar".

La reunión de comisión de transporte que estaba prevista para tratar el tema finalmente no se realizó por falta de quórum. Según confirmó Follonier, los consejales no se presentaron, postergando una vez más la búsqueda de soluciones a un conflicto que ya lleva dos meses sin resolverse y que mantiene aislados a los vecinos de un sector de la ciudad.

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