Por: Bache3000

La forma en que ambos individuos se desplazaban alrededor del vehículo alertó a los efectivos, quienes mantuvieron la vigilancia sobre la escena. Al percatarse de la presencia policial, los sospechosos se dirigieron rápidamente hacia otro automóvil que se encontraba estacionado a pocos metros: un Renault Kwid con vidrios polarizados, dentro del cual aguardaba una mujer. La maniobra evasiva consolidó las sospechas de los uniformados, que decidieron intervenir de inmediato y solicitaron la documentación de los tres ocupantes del rodado.

El conductor del Kwid resultó ser un joven de 24 años con domicilio en el barrio Frutillar, mientras que su acompañante masculino, de 37 años, vive en el barrio 154 Viviendas. La tercera persona involucrada es una mujer también de 24 años, residente en el paraje El Foyel sobre la Ruta Nacional 40. Los tres se mostraron colaborativos durante el procedimiento y proporcionaron sus datos sin resistencia aparente.

Sin embargo, durante una rápida inspección del vehículo, los agentes encontraron elementos que terminaron por confirmar las sospechas iniciales: una llave inglesa modificada y una ganzúa metálica de aproximadamente un metro de largo. Estos objetos, por sus características y la ubicación en que fueron hallados, permitieron presumir que los detenidos podrían estar dedicándose a la apertura forzada de vehículos estacionados en la zona. La ganzúa, en particular, es una herramienta poco común cuya posesión en estas circunstancias resultó altamente sospechosa para los investigadores.

Ante la evidencia reunida y el contexto en que fueron hallados, los tres individuos fueron demorados de manera preventiva bajo la aplicación del artículo 11 inciso a) de la Ley Orgánica Policial 5184, que faculta a las fuerzas de seguridad a realizar averiguaciones sobre medios de vida cuando detectan conductas que generan alerta o presunción de ilegalidad. Esta normativa permite a los efectivos actuar ante situaciones que, aunque no constituyan un delito flagrante, presentan indicios suficientes de que podría estarse preparando o intentando cometer un hecho delictivo.

El procedimiento se llevó a cabo en una zona de alto tránsito turístico, donde la presencia policial se ha intensificado en los últimos tiempos precisamente para prevenir este tipo de hechos delictivos que afectan tanto a residentes como a visitantes. La Ruta 77 es un corredor frecuentemente transitado por turistas que visitan las atracciones de la región, lo que convierte a los estacionamientos y banquinas en objetivos potenciales para delincuentes que operan con rapidez aprovechando la distracción o ausencia momentánea de los propietarios de los vehículos.

El caso quedó a disposición de la Fiscalía de turno, que determinará los pasos a seguir en la investigación y evaluará si corresponde formular cargos contra los detenidos. Mientras tanto, las autoridades policiales destacaron la importancia del patrullaje constante en áreas estratégicas, que en esta oportunidad permitió detectar una situación anómala antes de que pudiera concretarse un posible delito contra la propiedad.