jueves 13 de noviembre de 2025 - Edición Nº273

Poliladron | 13 nov 2025

ALBONDIGAS SUECAS

Un restaurante de comida europea que nunca abrió dejó una condena judicial para los dueños del local

09:33 |Un fallo judicial ordenó indemnizar a los impulsores de Evropa Dum, un emprendimiento gastronómico que nunca pudo abrir sus puertas en Bariloche debido a irregularidades edilicias y la falta de documentación necesaria para obtener la habilitación municipal.


Por: Bache3000

La justicia civil de Bariloche condenó a los propietarios de un local comercial ubicado sobre Avenida de los Pioneros a indemnizar a los emprendedores que habían proyectado allí un restaurante de comida rápida de autor con especialidades europeas.

El negocio, que llevaba el nombre de Evropa Dum y prometía ofrecer platos como albóndigas suecas, fish and chips y hamburguesas alemanas, nunca logró funcionar debido a que el inmueble carecía de las condiciones estructurales y la documentación técnica indispensable para obtener la habilitación municipal.

Desde el momento en que recibieron el espacio, los emprendedores se encontraron con un panorama adverso que incluía suciedad generalizada, mercadería abandonada por anteriores ocupantes y un entrepiso completamente inutilizable porque estaba repleto de objetos ajenos. A pesar de estas dificultades iniciales, decidieron avanzar con el proyecto y comenzaron a realizar reformas edilicias mientras tramitaban los permisos correspondientes ante la Municipalidad de Bariloche.

Durante varios meses, el equipo de Evropa Dum invirtió recursos en equipar y mejorar el local comercial mediante la instalación de nuevos desagües, vinilos decorativos para la ambientación, mamparas sanitarias y heladeras industriales necesarias para la operación gastronómica. Sin embargo, cuando presentaron la documentación para obtener la habilitación definitiva, las inspecciones municipales detectaron irregularidades graves en la estructura del inmueble que comprometieron todo el emprendimiento.

Los técnicos municipales encontraron que los planos del local no reflejaban la realidad edilicia del espacio, ya que existía una escalera y un entrepiso que nunca habían sido declarados ni registrados formalmente. Además, el inmueble carecía del certificado de final de obra, un documento esencial que certifica que una construcción cumple con todas las normativas vigentes y que resulta imprescindible para tramitar cualquier tipo de habilitación comercial.

La Municipalidad inicialmente otorgó un permiso provisorio que permitía avanzar con algunas tareas preparatorias, pero posteriormente ese permiso fue revocado cuando se confirmó la magnitud de las irregularidades estructurales. Finalmente, las autoridades ordenaron el cierre del comercio antes de que pudiera siquiera comenzar a operar, dejando a los emprendedores sin posibilidad alguna de desarrollar su proyecto gastronómico.

Ante la imposibilidad de continuar, los responsables de Evropa Dum decidieron rescindir el contrato de alquiler y presentaron una demanda por daños y perjuicios contra los propietarios del inmueble. El caso fue analizado por la Unidad Jurisdiccional Civil de Bariloche, que admitió parcialmente el reclamo y ordenó el pago de una indemnización económica a favor de los emprendedores afectados.

La sentencia reconoció que el fracaso del emprendimiento fue consecuencia directa de la responsabilidad del locador, quien tenía la obligación legal de garantizar que el inmueble reuniera las condiciones necesarias para el destino comercial pactado en el contrato. El fallo también aceptó el argumento de que existió una pérdida de oportunidad comercial, considerando el lucro que razonablemente podría haberse obtenido si el negocio hubiera funcionado durante los treinta y seis meses que habían sido proyectados inicialmente.

El magistrado que redactó la sentencia incorporó criterios del Código Civil y Comercial vigente relacionados con la frustración contractual y las obligaciones de resultado, subrayando que las deficiencias edilicias no resueltas por los propietarios resultaron determinantes para que el proyecto quedara completamente frustrado. La resolución judicial señaló que los locadores debían haber previsto y solucionado estas irregularidades antes de ofrecer el espacio para un uso comercial específico como el gastronómico, que requiere cumplir con estándares municipales particularmente exigentes.

La sentencia de primera instancia aún no se encuentra firme, ya que las partes tienen la posibilidad de apelar la decisión ante una instancia superior. 

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