Por: Bache3000
Los hechos ocurrieron de manera fortuita cuando Molina se quedó sin batería en su celular y solicitó a los docentes presentes un teléfono para firmar el acto escolar. Fue entonces cuando el profesor cuestionado le prestó su dispositivo, un iPhone según describió el padre. Al intentar utilizarlo para la filmación del acto, Molina relata que sin intención accedió a la aplicación de WhatsApp donde dice haber descubierto grupos con contenido que considera inadecuado para alguien que trabaja con menores.
La situación se tornó más compleja cuando el padre manifestó que entre los contenidos habría identificado imágenes de estudiantes del establecimiento. "Tiene un montón de fotos de nuestros nenes que van al establecimiento, no sé si en burla de los nenes", expresó Molina visiblemente afectado por la situación. Entre los grupos de WhatsApp que habría visualizado, menciona que uno llevaba un nombre de contenido sexual explícito, aunque no se pudo verificar de manera independiente el contenido exacto de dichas imágenes.
La reacción inmediata de Molina fue confrontar públicamente al docente en presencia de otras autoridades escolares. Sin embargo, según su testimonio, tanto el profesor como la dirección del establecimiento sostuvieron que se trataba de un dispositivo privado y que el docente tenía derecho a tener el contenido que quisiera en su teléfono personal. "Me dijeron que puede tener eso, que es privado. Me sacó el celular y me dice que él puede hacer lo que quiera con su celular y avalaron esto las docentes y la directora", relató el padre.
La secretaria del establecimiento, quien atendió a Molina ante la ausencia de la directora, se negó a brindar el nombre completo del profesor y solicitó al padre que se manejara por los canales correspondientes. Le ofrecieron una reunión para el día siguiente con las autoridades, propuesta que Molina rechazó argumentando que el docente tendría tiempo de eliminar las evidencias que dice haber visto. "Él mañana puede borrar todo", expresó el padre durante el intercambio registrado en video.
La negativa de las autoridades escolares a proporcionar información sobre el docente generó mayor tensión en la situación. Molina cuestionó que en una institución pública y educativa no se le facilitara el apellido completo del profesor. "Es una escuela pública y de discapacitados. Necesito el nombre y el apellido de esta persona", insistió durante la discusión con la secretaria, quien se mantuvo firme en su posición de no revelar datos del docente sin seguir el procedimiento administrativo correspondiente.
El padre expresó su preocupación por la seguridad de los estudiantes, considerando que se trata de niños con discapacidad que en muchos casos no pueden comunicarse verbalmente. "Tenemos nenes con discapacidad que no hablan y mirá si le tocó la cola a un nene o algo. Ahora yo le voy a hacer un examen completo a mi nene para ver si no tiene ninguna marca", manifestó Molina durante el intercambio con las autoridades, aunque no planteó ninguna denuncia concreta sobre abuso ni presentó indicios de que hubiera ocurrido algo de esa naturaleza.
La secretaria intentó tranquilizar al padre indicando que los profesores nunca están solos con los estudiantes, que siempre hay una docente o preceptora presente durante las clases. Sin embargo, esta explicación no conformó a Molina, quien se retiró del establecimiento con su hijo y se dirigió a realizar la denuncia formal ante las autoridades policiales, donde radicó efectivamente la denuncia sobre lo que dice haber visto en el celular del docente.
El profesor mencionado se habría retirado del establecimiento antes de que Molina regresara buscando explicaciones, argumentando que debía dirigirse a otra escuela donde también trabaja. Según informó la secretaria, el docente presentará un acta sobre la situación ante la supervisión educativa para dar su versión de los hechos.
Hoy está prevista una reunión entre Molina y las autoridades educativas para intentar aclarar el confuso episodio. La denuncia ya fue radicada en sede policial y se espera que la fiscalía tome intervención en las próximas horas para investigar la situación, determinar qué contenido efectivamente había en el dispositivo del docente y evaluar si corresponde algún tipo de medida cautelar mientras se esclarecen los hechos.
El episodio ha generado interrogantes y preocupación entre las familias de la Escuela Especial Nº 6, un establecimiento que atiende a estudiantes con diversas discapacidades y donde la confianza entre padres y docentes resulta fundamental para el desarrollo educativo de los niños. Será la justicia quien deba determinar la naturaleza exacta del contenido que el padre dice haber visto y las eventuales responsabilidades que pudieran surgir del caso.